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MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – Respuesta cronometrada de agencias de auxilio médico y seguridad siguieron los protocolos para atender la emergencia de un avión con pasajeros que se averió por un ave en la turbina.
Estos eventos son comunes en el espacio aéreo estadounidense, por ello marcaron diferentes escenarios de entrenamiento con pasajeros lesionados y hasta un aparato explosivo.
La Administración Federal de Aviación Federal dispone que cada tres años ejerciten un simulacro para identificar las respuestas y en su caso actualizar los procesos.
Gilberto Sánchez, director interino del Aeropuerto Internacional de Laredo; Noraida Negron, portavoz del gobierno, y Joe Baeza, portavoz de la policía, describieron los lineamientos del simulacro.
Sánchez dijo que de acuerdo con el plan usaron un autobús urbano como simulación del avión donde 36 pasajeros viajaron.
El avión debió aterrizar en el Aeropuerto de Laredo después que una ave ingresó a una de las turbinas y el riesgo era inminente que podría desplomarse la aeronave.
En este proceso algunos pasajeros resultaron lesionados, indicó Baeza, acudiendo paramédicos y a rescatarlos.
Negron dijo que en este rescate se habría detectado un artefacto explosivo y se llamó al escuadrón antibombas de la policía para desactivarla.
“Todo puede ocurrir y por ello la FAA nos administra una orden que debemos aplicar en el aeropuerto”, dijo Sánchez. “Se trabaja coordinados con las diferentes agencias como si hubiera ocurrido un incidente”.
