Gastón Monge/2186
Tal y como habían pronosticado los expertos en política doméstica, al iniciar el domingo el proceso que busca entre los seis aspirantes a la candidatura de Morena, la presidencia de la República el próximo año, el aparato gubernamental federal comienza a hacer agua debido a una serie de imprecisiones, ambiciones, perturbaciones, confrontaciones y soluciones a medias en que han caído los principales contendientes de dicho partido.
Pues resulta que el engaño promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, apoyado por el dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado, los mismos aspirantes a esa cosa extraña que aún nadie entiende y que tiene por nombre Coordinación Nacional para la Defensa de la Cuarta Transformación, han develado el engaño al caer en contradicciones y simulaciones que debilitan a Morena y desorientan a sus seguidores.
Lo que el domingo inició como una gira nacional, no campaña, de los cuatro aspirantes de Morena y sus dos aliados por todo el país, para dar a conocer las bondades de la 4-T, Marcelo Ebrard se encargó de desmentir lo que AMLO y Delgado habían dicho desde el inicio, al dar a conocer en una conferencia de prensa que ‘una vez que sea presidente de la República’ propondrá al presidente López Obrador la creación de una también extraña dependencia llamada Secretaría de la Cuarta Transformación.
¿Y sabe usted amable lector quien sería el titular de dicha secretaría? Pues nada menos que el hijo del presidente, Andrés Manuel López Beltrán. ¿Pues no que no era una campaña lo que inició el domingo Marcelo? Si Ebrard ya está haciendo gabinete presidencial, pues los demás también lo harán. ¡Quien los entiende!
Pero eso no es todo, ya que dicha propuesta tiene como fondo agradar al presidente con la designación de su hijo, y generar su simpatía para que el mismo López Obrador lo designe como el candidato de Morena y sea su eventual sucesor. ¡Todo lo que se tiene que hacer para agradar el presidente!
Peor aún, también propuso que a cada CANDIDATO se le asigne una tarjeta de débito para que sus simpatizantes y seguidores aporten no más de 5 mil pesos para los gastos del recorrido nacional en busca de la supuesta coordinación nacional. Un distractor más porque las aportaciones millonarias las harán sus amigos empresarios, políticos y demás conocidos con dinero que no será fiscalizado porque dicen que no será una campaña sino una… gira.
Y esos 5 millones de pesos que dijo Mario Delgado que aportará Morena a cada uno de los cuatro aspirantes de ese partido para sufragar los gastos de traslado, alimento y promoción de la 4-T, solo les aguantará si acaso una semana y no los más de 60 días de campaña. ¡Vaya dilema en el que se han metidos los morenistas!
Para colmo, la ahora ex jefa del gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, enterró las aspiraciones legítimas de uno de los hombres más brillantes de la Cuarta Transformación, Martí Batres, al dejarle la responsabilidad de solucionar los graves problemas que no quiso resolver debido a que desde siempre se dedicó a hacer campaña para buscar la candidatura a la presidencia de la República, algo que se le está complicando cada vez más.
Y es que Batres será jefe de gobierno por quince meses y no los seis años que había soñado para gobernar la ciudad de México, hasta que en octubre del 2024 tome la estafeta de presidente de la República el candidato ganador, sea del partido que sea y, por consiguiente el nuevo o nueva jefa de la ciudad de México. Y Batres quedaría como el chinito, solo milando.
En lo que respecta a la Secretaría de Gobernación, con la renuncia de Adán López, un funcionario que no gobernó bien Tabasco porque ni terminó su período, y tampoco hizo bien su trabajo en Gobernación porque al igual que Claudia, se dedicó solo a hacer campaña política desatendiendo sus obligaciones de la política interna del país.
Ahora la ex titular de la Secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, una funcionaria a la que consideran aún inexperta en las lides políticas, por su juventud y porque consideran que llega al cargo gracias a los nexos de su madre Bertha Luján con AMLO, al ser cofundadora de Morena, y de su padre Arturo Alcalde, ex asesor jurídico del presidente, será en lo que resta de esta administración federal, la sucesora del presidente en caso de que pueda fallar a su cargo por enfermedad, fallecimiento, lo que nadie espera ni desea.
Lo ideal en este caso hubiera sido que Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación quedara como titular de la dependencia, pero algo sucedió y lo hicieron a un lado al quedar solo como encargado del despacho. ¿Habrán sido las influencias de la familia Alcalde Luján? Pronto veremos si tiene o no la madera para el cargo, porque al parecer carece del perfil para hacerse cargo de una dependencia tan delicada como es Gobernación, que en este sexenio ha tenido como titulares incompletos a Olga Sánchez Cordero y a Adán Augusto López, muy superiores a la nueva secretaria.
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