MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – La frontera no debe depender más del agua del Río Bravo y se ha ignorado buscar fuentes alternas para las sequías futuras que llegarán a la región.
Además, deben aplicarse restricciones en el uso del vital líquido, así como adaptar esquemas de conservación ya que se desperdicia en lo agrícola y doméstico.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas de México-Estados Unidos aplicarán una dirección en el consumo que las comunidades en ambos lados de la frontera deberán acatar.
Es inaplazable buscar fuentes de agua alternas en los Condado Kenny, Valverde y Carrizo para contar con alternativas en el suministro.
“Hay fuentes de abastecimiento suficientes que tendrían que desplazarse por líneas de conducción”, dijo el alcalde Pete Sáenz Jr.
Los panelistas como Bobby Janecka, comisionado de TCEQ en Texas; Brooke T. Paup, Chairwoman of the Texas Water Development Board; Mario Gomes, de CILA Sección de Estados Unidos; Mario Gomez, del área de operación de Laredo-Falcon; Arturo García, director del Departamento de Agua de Laredo, y Ramon Morga Saravia, presidente del Consejo de la Cuenca del Río Bravo, coincidieron que deben tomarse medidas para garantizar el suministro de agua.
Para llenar las presas La Amistad y Falcón es necesario que un huracán llegue a esta región para satisfacer al 100 por ciento de su capacidad, planteó David Negrete, titular de CILA Sección México.
Cada uno de los panelistas fue llevando su tema, pero todos coincidieron que debe cuidarse el agua y buscar fuentes alternas ante las futuras sequías que se esperan en la región.