HOUSTON, TX.- El gobernador de Texas Gregg Abbott asediado por repudio ciudadano por muerte de 19 ninos en una escuela de Uvalde en ataque armado, retiro su participación a convención anual de Asociación Nacional del Rifle.
Este viernes se expresó la controversia y la enconada división en este país sobre el control de armas.
A medida que aumentaban las manifestaciones en Houston, los asistentes a la convención, incluido Donald Trump, continua negando que las armas fueran el problema y pusieron énfasis en la seguridad escolar y la salud mental.
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Se llevaron a cabo airadas protestas fuera del lugar de la convención.
Un manifestante le preguntó a un periodista: “¿Cuántos tiroteos más deben ocurrir? Todo lo que quiero es un control razonable de armas”.
Greg Abbott, el gobernador de Texas, se retractó de asistir en persona, pero aun así se dirigió a la NRA por video pregrabado, mientras visitaba Uvalde y celebraba una conferencia de prensa allí.
Dijo: “Vendaremos las heridas de la gente de Uvalde y una vez más restauraremos el brillo de una comunidad conocida por su calidez, su amistad y sus valores”.
Pero también señaló el rechazo del cabildeo de las armas a los llamados a la reforma de las armas, diciendo: “Hay miles de leyes en los libros en todo el país que limitan la posesión o el uso de armas de fuego, leyes que no han impedido que los locos lleven a cabo actos malvados en gente inocente en comunidades pacíficas”.
En una escena dramática el miércoles, Beto O’Rourke confrontó a Abbott y otras personas que brindaban información sobre Uvalde. El candidato demócrata a gobernador, un activista por la reforma de las armas, le dijo a Abbott: “Esto depende de ti”.
El viernes, O’Rourke habló con los manifestantes en Houston. Había conocido a las familias de las víctimas en Uvalde, dijo, y nunca olvidaría sus nombres.
“El momento en que detuvimos a Uvalde fue justo después de Sandy Hook”, dijo O’Rourke, refiriéndose al asesinato de 20 niños y seis adultos en Connecticut en 2012.
El momento en que detuvimos a Uvalde fue justo después de Parkland”.
Diecisiete personas murieron en ese tiroteo, en una escuela secundaria de Florida en 2018.
“El momento en que detuvimos a Uvalde fue justo después de la escuela secundaria de Santa Fe”.
Diez personas fueron asesinadas allí, en Texas, tres meses después de Parkland.
O’Rourke dijo: “Para los asistentes a la convención de la NRA al otro lado de la calle, ustedes no son nuestros enemigos. Únase a nosotros para asegurarse de que esto nunca vuelva a suceder”.
Beto O’Rourke habla en Discovery Green cerca de la convención de la NRA.
Abbot fue el único que reconsideró su apariencia en la convención. Su vicegobernador, Dan Patrick, se retiró diciendo que no quería “traer ningún dolor o pena adicional a las familias y a todos los que sufren en Uvalde”. Otros republicanos prominentes que se retiraron incluyeron a John Cornyn. El senador está involucrado en negociaciones en Washington sobre la reforma de la ley de armas, aunque un portavoz dijo que su retiro fue por motivos personales.
Los republicanos destacados que permanecieron en la lista incluyeron al expresidente Donald Trump y Ted Cruz.
Trump pronunció un discurso de apertura que comenzó con un breve momento de silencio por las víctimas antes de elogiar a la “maravillosa NRA”.
Descartando los llamados a un mayor control de armas, el expresidente dijo que culpaba a “un esfuerzo grotesco de algunos en nuestra sociedad de usar el sufrimiento de otros para promover su propia agenda política extremista”. Al igual que sus colegas republicanos en Texas y en todo el país, Trump se centró en el pistolero y no en su arma y dijo: “Necesitamos cambiar drásticamente nuestro enfoque de la salud mental”.
Ted Cruz, uno de los principales receptores de donaciones de grupos armados, ha mantenido un alto perfil desde el tiroteo, chocando airadamente con un reportero que preguntó sobre la reforma de las armas.
Dijo a los asistentes que hablaría “sobre la naturaleza del mal”. Luego, en un extraño reflejo de las palabras de O’Rourke afuera, enumeró tiroteos anteriores en Texas.
“Estuve en Dallas en 2016”, dijo. “En Sutherland Springs en 2017, en Santa Fe en 2018, en El Paso y Midland-Odessa en 2019”.
Cinco policías fueron asesinados en Dallas. En Sutherland Springs, los niños estaban entre las 26 personas asesinadas en una iglesia. Veintitrés personas fueron asesinadas en un supermercado en El Paso; cinco murieron en un alboroto alrededor de las ciudades de Midland y Odessa.
También acusó a los defensores de la reforma de las armas de “demagogia con fines políticos”.
No obstante, el tiroteo de Uvalde ha reenfocado el debate nacional sobre el largo y costoso fracaso para aprobar una reforma de armas significativa.
Joe Biden, quien ha condenado enérgicamente la falta de acción, visitará Uvalde el domingo. El jueves, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karin Jean-Pierre, dijo que la NRA estaba “contribuyendo al problema de la violencia armada”, en parte ayudando a “comercializar armas de guerra entre adultos jóvenes”.
El pistolero de Uvalde tenía 18 años. Después de comprar legalmente dos rifles de asalto y municiones, le disparó a su abuela antes de ir a la escuela. Su abuela sobrevivió.
