Después de tocar fondo en 3,07 dólares el galón a mediados de enero, el promedio nacional subió a 3,40 dólares el galón el viernes, según AAA. Eso es un máximo de cuatro meses.
El rápido aumento de precios amenaza con desbaratar los avances en materia de inflación y aumentar la presión financiera que sienten algunos estadounidenses. Si la tendencia continúa, o incluso se acelera, probablemente causaría grandes problemas al plan tentativo de la Reserva Federal de comenzar a recortar las tasas de interés en los próximos meses. Un aumento en el precio de la gasolina podría ser lo último que el presidente Joe Biden necesite para convencer a los votantes escépticos sobre su agenda económica.
Pero los expertos dicen que no hay motivos para entrar en pánico por los precios del gas, al menos no todavía.
Los precios del gas siempre suben en esta época del año.
El final del invierno significa una mayor demanda de combustible a medida que el clima se calienta. También significa el fin del combustible barato de invierno y el cambio a la mezcla de combustible de verano, más cara, un proceso que apenas está comenzando en la mayoría de los estados.
Desde 2005, sólo ha habido tres años en los que los precios cayeron durante esta época del año, según Bespoke Investment Group. Y uno de esos años fue 2020, cuando el Covid-19 empezó a amenazar la economía mundial.
Paul Hickey de Bespoke señala que el aumento de los precios de la gasolina en lo que va del año hasta el 7 de marzo fue sólo del 9,2%, sólo ligeramente por encima del promedio histórico del 8,3%.
«Dada esa historia», escribió Hickey en un informe, el aumento de este año «no parece tan extremo ni preocupante».
Hickey dijo a CNN que sería necesario un salto “mucho mayor” en los precios antes de que alterara los planes de la Reserva Federal. «Queda mucho espacio antes de que este tipo de medida se considere fuera de lo normal», dijo.
El salto de precios de finales del invierno de este año se ha visto impulsado por problemas en las refinerías. El frío extremo de enero paralizó algunas refinerías, limitando la cantidad de gasolina (y diésel y combustible para aviones) disponible para los clientes.
Por ejemplo, la refinería Whiting en el noroeste de Indiana (la refinería de BP más grande del planeta y la refinería más grande del Medio Oeste) cerró a principios de febrero y no se ha recuperado por completo.
Eso ayuda a explicar por qué los conductores del Medio Oeste han visto grandes aumentos de precios. Los precios de la gasolina aumentaron durante el último mes en un promedio de 47 centavos en Michigan y 43 centavos en Illinois, según AAA.
Los precios del petróleo están estancados
La buena noticia es que las refinerías están empezando a recuperar su salud.
Después de caer a un mínimo de varios años en febrero, la tasa de utilización de las refinerías (una métrica muy seguida de cuánto están procesando las refinerías de petróleo en relación con su capacidad máxima) se recuperó significativamente a principios de marzo.
Y a pesar de los problemas de las refinerías, los precios de la gasolina siguen siendo un poco más baratos que hace un año, cuando el promedio nacional era de 3,45 dólares el galón.
Los precios del petróleo han sido relativamente moderados, a pesar de una serie de desafíos en el extranjero.
La OPEP+, el grupo productor liderado por Arabia Saudita y Rusia, continúa manteniendo el petróleo fuera del mercado. A principios de este mes, la OPEP+ acordó extender sus recortes de producción hasta junio en un intento por evitar un exceso de oferta.
El domingo, Saudi Aramco informó que las ganancias de 2023 se desplomaron un 25% a 121.3 mil millones de dólares después de un ingreso neto récord de 161.1 mil millones de dólares en 2022. El gigante petrolero dijo que la caída interanual podría “atribuirse en parte a los menores precios y volúmenes del petróleo crudo”. vendido.»
Mientras tanto, el conflicto entre Rusia y Ucrania continúa y los ataques hutíes a buques en el Mar Rojo no han hecho más que intensificarse.
Y, sin embargo, los precios del petróleo estadounidense están luchando por superar los 80 dólares el barril. De hecho, el crudo se cotiza sólo 2 dólares por encima de los niveles de estas fechas del año pasado.
«Los precios del petróleo han estado bastante bajos», dijo Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo de GasBuddy.
¿Lo siguiente es la gasolina a 4 dólares?
Todo esto explica por qué el veterano analista petrolero Andy Lipow no está mejorando su pronóstico del precio del gas.
Durante el verano, Lipow espera que el promedio nacional oscile entre $3,50 y $3,75 por galón. Eso no es barato, pero está muy lejos del aumento sin precedentes por encima de los 5 dólares en junio de 2022.
Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que se produzcan eventos inesperados que podrían disparar los precios de la gasolina.
Una ampliación de la guerra en el Medio Oriente, una interrupción masiva de las refinerías o un gran huracán que afecte las refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos seguramente elevarían los precios del gas.
Pero aparte de eso, De Haan de GasBuddy está de acuerdo en que los precios de la gasolina probablemente se mantendrán por debajo de los 4 dólares el galón este año.
“No espero que haya una gran ruptura en los precios. Se necesitaría un evento excepcional”, afirmó.
En todo caso, De Haan dijo que el salto antes de lo esperado en los precios del gas este año podría hacer que los precios alcancen su punto máximo antes de lo habitual.
«Para el Día de los Caídos, los precios deberían empezar a bajar», dijo. «Es probable que los precios bajen este otoño, como suele ocurrir, y eso chocará con las elecciones».
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