TEXAS. – Desde este miércoles los solicitantes de asilo político están siendo regresados por donde quisieron ingresar a Estados Unidos.
Pero se trata de panacea del gobierno utilizando a los migrantes de estandarte político para alcanzar objetivos de poder como lo hace el Presidente Joe Biden.
Pasaron meses de su administración y no dio atención a buscar soluciones después que miles llegaron a este país, generando crisis en la frontera.
Después que firmara agresiva orden de inmigración que suspende derechos de asilo, señalando que “asegurar la frontera” era un principio central de su candidatura a la reelección.
En la frontera sur de Estados Unidos, la política causará caos y dificultades a quienes buscan la protección de Estados Unidos.
La orden ejecutiva revelada revoca –al menos temporalmente– la promesa de larga data del país de que cualquiera que ponga un pie en suelo estadounidense puede pedir refugio.
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A partir de las 00:01 horas del miércoles, el gobierno podrá devolver a las personas detenidas en la frontera a México o a sus países de origen en cuestión de horas o días si se excede el número diario de cruces, dándoles pocas posibilidades de solicitar asilo.
El martes por la tarde, los abogados que trabajan con personas que intentan cruzar la frontera todavía luchaban por entender cómo funciona exactamente la orden, ya que aún no se habían hecho públicas las regulaciones detalladas. Pero lo que era seguro, dijeron, es que crearía pánico y caos en la frontera en el corto plazo. Advirtieron que es poco probable que la avalancha de personas que huyen de la violencia y el caos en sus países de origen se detenga de la noche a la mañana.
“No se puede contar con que reduzca o detenga la llegada de personas”, dijo Monika Y Langarica, abogada principal del Centro para la Ley y Política de Inmigración (CILP) con sede en la frontera en San Diego. “Pero ciertamente creará confusión. Creará desorden y pondrá en peligro la vida de las personas”.
«Esto recuerda a la era Trump»
La orden de Biden es un cambio drástico para un presidente que hizo campaña con promesas de reconstruir el sistema de asilo y adoptar prácticas de inmigración más humanas que su predecesor. Pero cuando el número de personas que solicitaron asilo en la frontera alcanzó máximos históricos el año pasado, y después de que los intentos de aprobar reformas migratorias fueran bloqueados por los republicanos en la legislatura, Biden presentó sus restricciones a la migración más drásticas hasta el momento.