The Timoshenkov News www.thetimoshenkovnews.com
LAREDO, TX. – Un grupo de intolerantes y antantagonistas del gobierno federal está buscando que Texas se independiza de Estados Unidos.
Candidatos republicanos a la Cámara de Representantes de Texas así como a otros cargos promueven el desvarío.
Se trata de un plan malicioso visto desde la cúspide del gobierno estatal.
Texas declaró su independencia de México en 1836, cuando derrocaron a Santana y se incorporó a Estados Unidos en 1845.
Con el gobierno de Greg Abbott aumentaron las tensiones, con el gobierno federal en el caso de la migración, un pretexto inmoderado.
El malestar de los radicales subió de tono cuando la Corte Suprema decidió a finales de enero que agentes federales podrían retirar los peligrosos alambres de púas colocados por orden del gobernador Abbott en el Raio Bravo, quien alegó era una invasión.
Pero ni con esa actitud se podrá evitar la presencia de inmigrantes en la frontera, como se aprecia en Europa y otros países. Nadie podrá frenar la migración, sin ignorar que desde antes de Jesucristo ocurría.
La razón de negarles el voto a los republicanos es garantizar que se podrá frenar a un grupo radical que se ha comprometido que si ganan el martes cinco de marzo se sumarían a ese proyecto malicioso.
Varios medios influyentes de Texas están en contra de este malévolo plan. Además Texas no será autosuficiente para los desafíos que se enfrenta en este plan malvado.
Texas no puede perder su potencialidad, su economía, estabilidad porque ímprobos no ven más allá de un pensamiento encorvado.
La postura asumida por el gobernador Abbott es llevar al colapso a Texas, separarse del gobierno Federal generaría conflictos a negociantes, trabajadores, empresarios, sería el ocaso del estado llegar a ese plano. Al final del día, terminará con su periodo en el gobierno y se irá. Se quedaría el conflicto para las futuras generaciones.