The Timoshenkov News www.thetimoshenkovnews.com
CIUDAD DE MÉXICO – Como lo había adelantado el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia “La Mañanera” definirían estrategias para frenar la migración de otros países por México.
El acuerdo se da después de la crisis que enfrenta Estados Unidos en la frontera, principalmente por Piedras Negras- Eagle Pass, Del Rio y el Valle del Rio Grande, como en el Paso, Texas.
El anuncio se produce mientras los funcionarios fronterizos se preparan para un número récord de cruces de migrantes.
Funcionarios mexicanos dieron a conocer un nuevo grupo de trabajo para abordar el aumento de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, una medida que se produce después de que funcionarios estadounidenses presionaron a la nación para que hiciera más para detener la crisis.
Las fuentes dijeron a ABC News que el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, y el secretario del DHA, Alejandro Mayorkas, presionaron a México para que intensificara la aplicación de la ley de inmigración dentro de su país, ayudara a reabrir los puertos de entrada clave y alentara a los migrantes a permanecer en México.
El Ministro de Relaciones Exteriores de México atendió esa solicitud y dijo a los periodistas después de la reunión que, como parte del nuevo grupo de trabajo, México se reunirá periódicamente con países de América Central y América Latina. La próxima reunión será en enero.
Un alto funcionario de la administración estadounidense dijo a ABC News que Estados Unidos está satisfecho con lo que propuso México.
La noticia llegó mientras los abrumados funcionarios fronterizos se preparan para la llegada de una caravana, un grupo que se estima supera los 6.000 inmigrantes.
El mes de diciembre está en camino de tener el mayor número de detenciones jamás registrado, según funcionarios de CBP. Algunos días, predicen, podrían llegar incluso a 10.000.
En otras partes de Estados Unidos, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, está enfureciendo a los alcaldes demócratas al enviar inmigrantes a sus propias ciudades, todo con el dinero de los contribuyentes. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, lo reprendió y le dijo que «dejara de jugar» e instó al gobierno federal a intervenir.
«Detengamos los juegos y el uso de los inmigrantes como peones políticos», dijo el alcalde Adams. «Necesitamos la ayuda del gobierno estatal y federal para reasentar a los 68.000 inmigrantes que todavía están bajo nuestro cuidado, así como a los que están en camino y a los que están por llegar».
Los líderes mexicanos también dijeron a los funcionarios estadounidenses que tomarán medidas enérgicas contra los contrabandistas.
Mientras tanto, en Estados Unidos, un amplio proyecto de ley fronterizo bipartidista sigue estancado en el Congreso.