MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – El Obispo de la Diócesis de Laredo James A. Tamayo ofició la misa del mediodía del viernes para los veteranos de los diferentes conflictos bélicos.
En Laredo y la región existen un promedio de 10 mil hombres y mujeres sobrevivientes.
En su homilía, el Obispo Tamayo refirió que estaban reunidos para recordar y orar por quienes sirvieron a lo largo de la historia en las fuerzas armadas del país.
En el Evangelio, según San Mateo (20, 26-28), Jesús les dice a sus discípulos: “El que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor; y el que quiera ser el primero, que sea su esclavo”.
Esta enseñanza de Jesús no es solo una invitación a la humildad, sino también una invitación a seguir su ejemplo.
La Dra. Julie Bazán, presidenta del Comité de la Misa Roja Blanca y Azul de los Veteranos, representa honrar a los veteranos y sus familias.
“Esta misa nos une y nos permite estar siempre atentos, ayudarnos entre sí”, dijo Bazan. “Lamentablemente en la vida civil algunos sufren”.
Muchos de ellos no regresaron, sirvieron su tiempo lejos de su familia, pero son nacionalistas que necesitamos reconocer.
Destacó que el día 11 de noviembre se reconoce a los veteranos.
“Muchos de nuestros veteranos regresaron con la falta de una mano o sus piernas. Fueron lastimados de una manera u otra”, destacó Bazan. “Algunos padecen enfermedad mental por todo lo que vieron, lo que hicieron y lo que soportaron por nuestra patria”.