MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – La inflación lacera la economía familiar y los precios de los productos se han elevado hasta un 8 por ciento o más.
El golpe a sus presupuestos es inevitable, considerando que deberán ajustar sus gastos para cubrir pagos de renta, alimentos y servicios.
De acuerdo a Texas Farm Bureau los precios de alimentos no se habían registrado tan altos desde 1981, hace 43 años.
El regidor Albert Torres, del Distrito IV, dijo que considerando la situación crítica que enfrentan miles de familias en Laredo, donde el grado de pobreza transita hasta en un 30 por ciento, decidieron abrir el programa de dispensario de alimentos.
“Sabemos que pagan sus servicios y obligaciones y para alimentar a la familia se verán en problemas”, citó el regidor Torres. “Acudimos a Laredo Food Bank para implementar el dispensario alimentario”.
Este programa inicia en los Distritos 1, 2 y 4, pero el interés es que se extienda a las ocho representaciones.
El alza de precios alimentario, además de la gasolina y servicios públicos, dejan el salario pulverizado.
Irene Sosa, entrevistada en el HEB de Del Mar y McPherson, dijo que cada vez que acude a surtir alimentos de la semana ve que los precios están más altos.
Los fenómenos de política, dice Sosa, de alguna manera repercuten en el bolsillo de la familia.
“Yo he venido buscando la manera de cómo rendir mi presupuesto. Realmente debo recortar algunos productos para cumplir con la demanda alimentaria de la casa”, dijo Sosa.