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MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – Una regla de asilo para comentarios públicos puso activa el Departamento de Seguridad Nacional que abrió el lunes, 13 de mayo, y cierra el miércoles, 12 de junio.
El gobierno federal busca dar a los estadounidenses certeza a cerrar la puerta a quienes buscan el amparo en este país y que pasen por un filtro con mayores procedimientos antes de ser aceptado.
En el documento muy extenso la regla define que los procesos fronterizos permitirán deportaciones sin orden de un juez de migración.
DHS otorga a funcionarios de asilo AO que asuman profesionalmente su criterio donde ciertas prohibiciones de asilo y retención legal de expulsión sean efectivas si dentro de las evaluaciones dejen duda razonable.
Significa que oficiales serán puntuales en deportar a quienes no les convenzan de sus temores del miedo del que vienen huyendo.
Invocan como razonamiento que los extranjeros serían
un riesgo a la seguridad nacional o pública.
La declaración escrita identifica como nueva herramienta que “mejorará flexibilidad operativa y ayudará al DHS a expulsar de facto a ciudadanos a quienes se les prohíbe el asilo y la retención legal de deportación”.
La Ley de Inmigración y Nacionalidad otorga al DHS y al Departamento de Justicia autoridad sobre las evaluaciones de miedo creíbles.
Además, otorga al secretario del DHS y Fiscal General “autoridad para publicar enmiendas reglamentarias que rigen sus respectivas funciones en materia de inspección y admisión, detención y expulsión, suspensión de la expulsión y aplazamiento de la expulsión”, explica el reglamento público.
El DHS argumenta, además, que el asilo es un beneficio discrecional que puede otorgar el fiscal general o el secretario del DHS si un extranjero establece, entre otras cosas, que ha experimentado persecución en el pasado o tiene un temor fundado de persecución futura por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política.