MIGUEL TIMOSHENKOV
LAREDO, TX. – La comunicación de padres, educadores y alumnos debe estar mayormente fortalecida para encaminar a los adolescentes a no involucrarse en actividades de crimen.
Se pone en perspectiva especialmente cuando se presentan las amenazas escolares, reflexionó Marco Montemayor, en su capacidad fiscal juvenil.
“Nuestros hijos están enfrentando diversos conflictos, especialmente hoy en día cuando la vorágine del desorden es mayormente amenazante”, dijo Montemayor. “Bajo la Ley de Texas un menor se califica a los 16 años, pero si lleva su conducta a un área de criminalidad y su edad es 17 años, se traslada a la Fiscalía de Distrito para tratarlo como adulto”.
Padres de familia me han preguntado cual sería la posición de la justicia juvenil en el alumno de Alexander High School que llevó su conducta a exhibirse con un arma amenazante.
“Les han orientado que se le juzgaría como adulto, porque se comportó en esa contexto”, explicó Montemayor. “Pero puedo asegurar que la Fiscalía de Distrito y Policía de Laredo están encaminando su función para que la justicia tome su parte en este azaroso evento”.
Dijo que los distritos escolares y policías educativas están sumando constantemente entrenamientos, orientándose sobre las conductas juveniles, de tal manera que siguen estrechando los caminos para reducir los índices de actividad criminal o de infracciones.
Las experiencias vividas en algunas ciudades de Texas nos han llevado a la capacitación, entrenamientos y esquemas de seguridad para todos.