Crimen… ¿sin castigo?.
-Lamentable y condenable el asesinato de Julio Almanza.
-Gobierno del Estado absorberá las Comapas.
-La de Nuevo Laredo es la única sana, financieramente.
Raúl Hernández Moreno.
Lamentable y condenable es el asesinato de Julio Almanza Armas, personaje que con gran valentía denunció todo lo que a su juicio estaba mal aquí en Tamaulipas y México, desde su trinchera como presidente de la Feca ñaco en el estado, desde el 2016, en que asumió la posición. Fue tan valiente que denunció la inseguridad y exigió resultados, en una época en que asumir esa posición es riesgoso y lleva al camino del martirio.
En el 2010, Almanza fue candidato a gobernador de Tamaulipas, postulado por el PRD y a Nuevo Laredo vino invitado por Jorge Valdez Vargas, que entonces estaba al frente del hoy desaparecido partido. Desde entonces, Almanza llamaba a las cosas por su nombre, lo hacía de frente, sin temores, convencido de que la denuncia de lo que está mal es el primer paso para que se resuelvan los problemas.
Un día antes de su ejecución, Julio Almanza abordó, en un noticiario nacional, el tema de los Oxxos cerrados en Nuevo Laredo y demandó la intervención de las autoridades para investigar, pero sobre todo para garantizar la seguridad de las empresas.
No se vale que haya sido asesinado. Si viviéramos en un estado de derecho, su caso sería investigado y habría altas posibilidades de ser esclarecido y los culpables castigados. Pero estamos muy lejos de ser un estado de derecho. Hoy, como ayer y siempre, el artero crimen de Julio Almanza engrosará las estadísticas de los crímenes sin resolver, lo que sucede en Tamaulipas, en Baja California, en Nuevo León, en Morelos, en todas partes. Y sucede en el sexenio de Morena, en el del PAN, en el del PRI. Este país no cambia.
El presidente López Obrador ya abordó el tema y prometió justicia, igual que lo viene haciendo con Ayotzinapa, desde mucho antes de llegar a la presidencia y nomás no ha cumplido. Ni lo hará. Antes de llegar a la presidencia AMLO vendió la idea de que podía resolver el caso e incluso había quienes le atribuían poderes suficientes para que el 1 de diciembre de 2018, de pronto presentará vivos a los 43, nada más para creer que lo de Mesías Tropical que le endilgó Enrique Krauze era verdad.
En otro tema, el Secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga, reveló que el gobierno del estado proyecta asumir el control de todas las Comapas en la entidad, para poder sanearlas y hacerlas operables.
Excepto la de Nuevo Laredo, todas las demás operan con números rojos y tienen adeudos con organismos como la CFE, el IMSS, el Infonavit, entre otros.
A diferencia del resto, la Comapa de Nuevo Laredo es la que funciona mejor, desde hace más de una década. Pero lo de que funciona bien, es un decir, porque en realidad para ejecutar grandes proyectos, que absorben mucho dinero, requiere de créditos, unos pagaderos y otros a fondo perdido. Esto no es de ahora, es de siempre.
Por el dinero que maneja anualmente, ser gerente de la Comapa de Nuevo Laredo, es como ser un alcalde “chiquito”.
Tan solo este año, la Comapa maneja un presupuesto de 707 millones 790 mil 042 pesos, lo que está muy por encima de lo que manejan muchos municipios de Tamaulipas.
En las últimas dos décadas, desde la Comapa algunos gerentes se han promocionado políticamente, como sucedió con Pepe Suárez, Jesús Valdez, Carlos Montiel y Luis Moreno. Los cuatro quisieron ser alcaldes, pero solo el primero lo logró,
Cuando Luis Moreno estuvo al frente de Comapa, desde finales de 2020 a septiembre de 2021, buscó ser alcalde y organizó una fiesta en su rancho, en la que sus colaboradores hicieron creer que estaría el entonces gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y lo destaparía como candidato a la alcaldía, pero el mandatario no asistió.
El gran mérito de Luis Morena es que realizó un manejo escrupuloso en la Comapa, adquirió muchos vehículos, autorizó decenas de jubilaciones de empleados, mejoró sueldos, no pedía moches a los proveedores.
En cambio, hasta antes del 2013 no era raro el desaseo económico en Comapa y hubo un ex alcalde que autorizó la liquidación de su cuñado, con un año de servicio, con un pago de más de un millón de pesos, sabedor de que nadie le reclamaría.