Alito, camino a la reelección.
-TRIFE podría suspender proceso interno.
-Avanza desahogo de impugnaciones ante el Tribunal Estatal.
-No basta tener la simpatía de un magistrado, se debe tener mayoría.
Raúl Hernández Moreno.
Con todo y que está impugnado ante los tribunales, Alejandro Moreno se registró como candidato a la dirigencia nacional del PRI, para un periodo de cuatro años más.
Además de él se registró, como su oponente, Lorena Piñón, del mismo grupo de Alito, para intentar ofrecer la imagen de que hay democracia interna en el PRI, lo que solo algún idiota despistado lo cree.
La elección de Alito está programada para el 11 de agosto y será decidida por el Consejo Político Nacional, que en su mayoría son sus aliados y cómplices. Además, seguramente la elección será a mano alzada, para que el tirano puede saber con exactitud quién se atreve a desafiarlo, para posteriormente expulsarlo de sus filas.
La expulsión parece ser el destino de los ex dirigentes nacionales Pedro Joaquín Codwell, Dulce María Sauri, Enrique Ochoa y Manlio Fabio Beltrones, además de Miguel Ángel Osorio y Claudia Ruiz Massieu, entre muchos otros.
La esperanza de los opositores es que el INE y el Tribunal Federal Electoral cancelen la elección del PRI, porque rompe con el principio de no hacer renovaciones a las dirigencias de los partidos, si no se ha resuelto el proceso electoral, causal que se cumple.
Pero la suspensión sólo detendría unas semanas, o meses la elección de Alito, en espera de que los tiempos autoricen una nueva convocatoria para la renovación de la dirigencia.
La otra alternativa es que el gobierno de la 4T decida intervenir y abra una carpeta de investigación en contra de Alito, al que el periódico Reforma lo ha exhibido por poseer una residencia de 300 millones de pesos en la CdMx y una isla de 450 millones.
Alito es un hampón. Sus ingresos como líder del PRI son de 150 mil pesos mensuales. No tiene forma de demostrar cómo se hizo de estas dos propiedades. Pero ya se sabe que la 4T no está interesada en castigar la corrupción más que de forma mediática.
Pero además Alito seguramente ya negoció con Morena para apoyar a Morena en la Cámara de Diputados y Senadores. Alito sabe que de nada servirá oponerse a Morena en el Congreso porque con sus diputados y senadores le basta para imponerse. Va a usar el argumento, ante sus cómplices, de que es mejor apoyar a Morena a cambio de migajas, porque si se oponen, Morena los va a aplastar y aparte no les va a dar nada.
Obviamente las migajas que Morena ofrezca se van a repartir entre Alejandro Moreno y sus amigos, en tanto que la militancia cargará en sus hombros el estigma de que el PRI es un partido palero.
En otro tema, a diferencia de otros procesos electorales en que el Tribunal Electoral de Tamaulipas resuelve las impugnaciones de los partidos hasta el 20 de agosto, fecha límite establecida en la Ley de Medios de impugnación, ahora está actuando con celeridad y paulatinamente desahoga los expedientes.
Los casos de Tampico y Madero los decidió 33 días antes del plazo fatal y ayer resolvió el caso San Fernando. Hay. En total, 17 impugnaciones, 14 en elecciones municipales y 3 para diputados.
La ventaja de que se agilicen las resoluciones, es que a los partidos esto les permite revisar las resoluciones y mejorar argumentos y pruebas ante la siguiente instancia, que es la Sala Regional del TRIFE, con sede en Monterrey.
Si ante el Tribunal Estatal los partidos tienen que convencer a cinco magistrados, en la Sala Regional solo hay tres. Pero hay que convencer a la mayoría, no basta con que uno solo les dé la razón, se tiene que convencer a la mayoría, dos en el caso del TRIFE y 4 en el caso de la Sala Superior, integrada por siete magistrados.
Los partidos están obligados a demostrar sus dichos, sin ellos, están perdidos.