Si el PAN cobrara cuotas, se quedaba solo

-Ya viene el chapulineo

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Raúl Hernández Moreno

Cuando Alejandro Páez pretendió competir por la dirigencia municipal del PAN en Nuevo Laredo,  el Comité Directivo  Estatal le  negó el registro, con el argumento de que  no estaba al corriente en el pago de sus cuotas partidistas.

Fue un mero pretexto, en realidad la elección interna estaba planchada para que Agustín Chapa Torres  fuese el dirigente, en una decisión que los partidos contrarios aplaudieron, porque es como si el PÄN no  tuviera  líder.

Agustín Chapa se la  ha pasado como dice su nombre: agustín, cobrando un sueldo que le envía la dirigencia estatal, con dinero no precisamente de cuotas aportadas por la militancia, porque eso no es verdad, sino con los recursos que le entrega el  gobierno estatal, vía el IETAM.

A cambio de ese sueldo, Agustín nada   hace por el PÄN. Es  fiel a su vocación y se aferra a un legado que cada vez se hace más lejano.  El pago por ese legado,  quedó  resuelto  hace mucho.

Resulta que a la diputada por Tampico, Nora Gómez le suspendieron sus derechos partidistas  hasta el 2026. Los del PÄN están enojados con ella por  haber votado junto con la bancada de Morena en el Congreso, pero en vez de decírselo de manera directa, le doran la píldora con el cuento de que la sanción se deriva de que no ha pagado sus cuotas como militante.

Si eso  fuese verdad, el PAN se quedaría solo, pues nadie le cree a Luis René Cantú si nos dice que  paga  cuotas. Y  tampoco vemos a la militancia  haciendo aportaciones mensuales por ninguna cantidad.

A los del PAN les  gusta sacar dinero público, no regalar. En las campañas  hay personajes que invierten millones, con la esperanza de  recibir multiplicados esos millones. Es como una apuesta, en la que si  ganan, les  va a ir bien y si pierden,  es cuestión de suerte. Pero eso de que  trabajan por su ciudad, es un  cuento ñoño.

En otro tema,  estamos a menos de tres meses de que los partidos decidan a sus candidatos a  cargos de elección popular y va a ser inevitable el chapulineo. Enojados porque creen tener méritos para tal o cual posición,  más de un político se va  a sentir decepcionado si no le permiten ser candidato  y va a cambiar de partido con la misma   facilidad con que se cambia de calzones.

Es altamente probable  que esta situación se dé en todos los partidos políticos.

En el PAN y el PRI se van  a desgreñar en la búsqueda de los primeros lugares de la  lista de candidatos a regidores plurinominales. Al ir aliados, están seguros los primeros cinco lugares, otro sería para el MC y el séptimo para el Verde, si éste decide  jugar de manera individual.

Si el Verde va en alianza con Morena, el PAN y el PRI podrían meter un regidor más.

En Morena, a la militancia le va a dar igual si  van en el número 1 o en el 14, lo importante será estar en la lista, sin importar el lugar en que se les coloque, pues ya en al cabildo,  los voces  tienen el mismo valor.

La cuestión va  a ser conseguir un lugar en la planilla. Por lo pronto la reelección no está asegurada para nadie.


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