GRICELDA GUERRA ROMERO
Santa paliza
Ni las alianzas ni las artimañas del PRI pudieron contra la ola guinda, que les terminó dando una barrida y trapeada en el proceso de este 5 de junio, en la elección de 6 gubernaturas, en el que pese a las de las declaraciones de sus dirigentes nacionales, Marko Cortés y Alejandro Moreno, las matemáticas no mienten, cuatro son más que dos, como lo dijera Mario Delgado dirigente nacional de Morena.
Senadores panistas han salido a reprobar las declaraciones de su dirigente nacional, Marko Cortes, hacer como que todo está bien y no pasa nada es querer tapar el sol con un dedo, derrota es derrota, querer resaltar dos triunfos, cuando la meta eran las 6 gubernaturas y todavía salir a declarar que ellos ganaron, y fue Morena quien perdió, ?así le llaman ahora a la paliza política?
Ver cómo el país poco a poco se va pintando de guinda, y que los líderes se niegan a aceptarlo es negarse a aceptar sus errores, y por consecuencia no harán nada para corregirlos, y que todavía insista Alito Moreno que la alianza va para el 2024, pues no es un buen augurio.
En Tamaulipas el triunfo de Américo Villarreal fue inobjetable, siendo Matamoros uno de los municipios que más votos aporto, al grado que el mismo líder nacional de Morena, Mario Delgado lo califico como el colchón de Morena en el estado.
Semanas atrás, destacados panistas reconocían el trabajo de Mario López al frente de la comuna, aunado a la nula obra del gobierno del estado en Matamoros, contribuyó para que fuera terreno fértil para el triunfo de Américo Villarreal.
Por lo que ahora con Morena en el gobierno municipal, estatal y federal a Matamoros le irá mejor, como ya lo dijo Mario López.
Mientras que la dirigencia estatal del PAN se niega a aceptar la derrota, y es que Luis Cachorro Cantú pues anduvo de boca floja, vociferando en contra de Morena, creyendo que con la alianza con el PRI y el PRD, pues tendrían la operatividad necesaria para frenar el crecimiento del partido guinda en el estado, pero con lo que nunca conto el líder panista fue del hartazgo ciudadano contra el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, aunado a que el candidato Cesar Verastegui no se desligo del mismo, ni tampoco el mandatario supo actuar con prudencia, manteniendo un sana distancia con el proceso electoral, por lo que le termino ganando al gobernador la soberbia y arrogancia apareciendo en el estrado a un lado de Verastegui, lo que ocasionó que muchos tamaulipecos se decidieran por buscar un cambio en la personalidad de Américo Villarreal.
Pero aun así que Luis Cantú salga a vociferar que la elección está en el aire, ya que los resultados del PREP no son definitivos, al registrarse 517 irregularidades en la zona de Hidalgo, Villagran, Mainero, San Carlos y San Nicolás.
Quejándose Cantú que Morena les robo la elección por todas las acciones que realizaron, Achu, es como le dicen a Luis Cantú, ya que ni la descara compra de votos que la misma ciudadanía denuncio, no solo en redes sociales, la presión de algunos empresarios reconocidos como simpatizantes del PAN, porque sus trabajadores les entregaran las credenciales de elector previo a las elecciones, entre otras muchas cosas que han expuesto los electores.
Por lo pronto en Matamoros buscan culpables de la derrota, entre los mencionados son la ex alcaldesa Leticia Salazar, quien demostró que no es la tan trucha en eso de la operatividad, otra es la misma diputada Leticia Sánchez Guillermo, quien se decía muy querida en su distrito XI, al grado que prometía los miles de votos de todo su sector, pero fue precisamente en ese distrito donde se registro fue el mayor margen entre un candidato y otro, quedando demostrado lo que todo Matamoros sabe, que si Leticia Sánchez está en el Congreso del Estado es gracias al partido Morena, ya que sin el partido guinda pues ella no es nadie.