-Estamos condenados a tener malos secretarios en la SEP
-Pavimentan calles en Villas de San Miguel
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Raúl Hernández Moreno
No es casualidad que los cuatro mejores secretarios de educación que haya habido en la historia de México fueron escritores. Cada uno de los cuatro hizo aportaciones para el mejoramiento de la educación.
El primer gran secretario de educación fue Justo Sierra, con el dictador Porfirio Díaz. Justo Sierra se dedicó a lo suyo, promoviendo la apertura de escuelas, sobre todo en las zonas rurales. Y como escritor le dio a México esa gran biografía de don Benito Juárez, donde lo exaltó, pero no ocultó su debilidad por el poder, ese que lo mantuvo 14 años y medio y que no dejó sino hasta que la muerte se lo arrebató.
Fue tan buen secretario que cuando murió en Madrid y sus restos fueron traídos a México, Francisco I. Madero lloró ante su féretro, sin importar ser visto, lo que a juicio del historiador Alfonso Taracena, es una prueba de que era un hombre bueno.
En la década de los años veinte, del siglo XX, el filósofo José Vasconcelos se hizo cargo de la Secretaría de Educación, a invitación del sonorense Álvaro Obregón. El maestro Vasconcelos impulsó un programa de publicación de las obras clásicas de la literatura a un costo accesible, creyendo que de esa manera se impulsaría la lectura en México. Se publicaron obras como la Ilíada y la Odisea de Homero, obras seleccionadas de Platón, las biografías de Plutarco.
También ordenó abrir bibliotecas en las escuelas, promovió la apertura de escuelas rurales, contrató más maestros, revisó los planes de estudio, etc.
El tercer gran secretario de educación fue Jaime Torres Bodet. Durante su periodo se autorizó los libros de texto gratuitos en las primarias, lo que facilitó que los padres pobres pudieran enviar a sus hijos a estudiar, al no tener la preocupación de como comprar los libros a sus hijos.
Y el cuarto buen secretario fue Agustín Yáñez, en el sexenio del genocida Gustavo, durante el cual se dio un gran impulso al combate al analfabetismo.
Fuera de esos cuatro secretarios, todos escritores, la mayoría de los que han estado al frente de la SEP, han sido grises, opacos, sin talento. Han utilizado a la SEP como instrumento político, para tener poder y dinero.
No debemos esperar nada bueno de Mario Delgado al frente de la SEP, a partir del uno de octubre. Va a ser un secretario más. La educación pública seguirá estancada un sexenio más. Delgado será tan mediocre como lo fueron Esteban Moctezuma, Delfina Gómez y Leticia Ramírez.
Ojalá nos equivoquemos, pero lo más seguro es que Mario Delgado fracase en la SEP.
En este sexenio Mario Delgado se convirtió en un pendenciero que desde Morena se dedicó a golpear a propios y extraños. Con él no hubo democracia en Morena. El podrá decir en su descargo, que el presidente López Obrador no lo dejó democratizar al partido oficial, pero no lo va a decir, porque Delgado no es de ideas firmes, se mueve al son que le toque su amo.
Delgado aprobó la reforma educativa de Peña Nieto y después la desaprobó con AMLO. Antes estaba en contra de que el ejército estuviera en las calles y con AMLO cambió de idea. No tiene principios, sino intereses, igual que el Presidente.
Quizá para lo que pueda servir Mario Delgado es para meter orden en la CNTE y en la escuela rural de Ayotzinapa. Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, o lo es que lo mismo, entre pendencieros se entienden,
En otro tema, el gobierno municipal invierte más de 82 millones de pesos en 31 obras de repavimentación en la colonia Villas de San Miguel.
Estás 31 obras comprenden 37 mil 500 metros cuadrados.
La alcaldesa Carmen Lilia Canturosas Villarreal destacó que se están construyendo calles bien hechas, de calidad, durables, y que faciliten la circulación de los vehículos.
Expuso que con apoyo de los gobiernos estatal y federal se seguirán canalizando recursos para obras de beneficio colectivo.