Un día después.
Evaristo Benítez Castro
Vamos a imaginar que llegamos vivos, sanos y con capacidad visual, al lunes seis de junio del año 2022 por la tarde; el cómputo de la elección de gobernador de Tamaulipas irá en un mínimo del 90%, y cerrado ya el PREP habría que esperar hasta el fin de semana los resultados TOTALES en los 22 cómputos distritales, para declarar oficialmente a un ganador de la jornada electoral constitucional.
Si el resultado entre el ganador de la contienda y el segundo lugar tiene una diferencia mayor al 5% de la votación total estatal emitida, poco podrían reclamar los dos perdedores con posibilidades de éxito.
Por el contrario de ser menor a ese 5% y a medida que se acerque al 1% o menos, de diferencia de votos entre ganador y segundo lugar, entonces veremos una intensa lucha en los tribunales electorales; primero el local y luego el TEPJF.
Algunos observadores sin embargo pensamos que ocurrirá el primer escenario; el ganador de la contienda tendrá por lo menos el 5% de diferencia, respecto del total de votos emitidos, arriba del segundo lugar; de ser así se desactivan, por lo menos ante la ley, todas las impugnaciones dignas de ser procesadas por los tribunales.
De la sensatez y prudencia del segundo lugar dependerá la intensidad de la judicialización del proceso electoral 2021-2022; en ello sin duda mucho tendrá que ver la dirigencia nacional del o de los partidos políticos perdedores y no lo que deseen los candidatos por sí mismos.
No es ocioso suponer que los principales problemas serán generados por los activistas y simpatizantes del siguiente perfil, que NO acompañaron al ganador pues apoyaron al perdedor principal:
A).- Los que apostaron recursos físicos y financieros, a la luz del día o en la sombra y el sigilo; aquí incluimos servidores públicos y ciudadanos con sus derechos a salvo en general. Sobre todo aquellos que con sonoridad abandonaron un instituto político para abordar la nave rival.
B).- Los que en especie se dejaron caer con todo: periodistas de «análisis», editorialistas, comentaristas profesionales y amateurs, editores, comerciantes, empresarios, líderes sindicales, de colonos y de campesinos, y toda agrupación que, a la vista, dio color a favor de su candidato. (Perdedor).
C).- Quizá quienes más criticarán al perdedor de la contienda local serán personajes de la vida nacional que apuestan ya a la elección presidencial de 2024; su alfil local al perder la elección de gobernador los deja en estado de fragilidad política para conseguir la candidatura presidencial de MORENA. De hecho éstos serán los enemigos más peligrosos del candidato perdedor.
El caso es que un día después de la jornada electoral tamaulipeca, cientos de proyectos políticos PERSONALES comenzarán a incubarse para ser «paridos» en la elección concurrente de 2024: Diputaciones federales y locales, integrantes de los ayuntamientos, Senadurías, etcétera.
Y al revés; cientos de proyectos políticos PERSONALES comenzarán a cavar su tumba para esperar un renacimiento que quizá nunca llegará; los que tienen mayor complicación para «levantarse» políticamente son aquéllos que salieron por la puerta de atrás cuando abandonaron al partido político que los hizo millonarios, para integrarse a un nuevo sol que por ahora pasa por un largo eclipse.
Ni la luna es de queso, ni los bebés vienen de París en el piquito de una ave plumífera; ganar una contienda electoral o parir un bebé requiere de atributos que no cualquier cristiano posee.
Cd. Victoria Tamaulipas. Jueves 2 de Junio de 2022. Evaristo Benítez Castro en Faena en Canal.