En Voz Directa
Gastón Monge/2083
Desde que el PRI y el PAN perdieron el rumbo total en Tamaulipas, con los resultados que ambos obtuvieron en junio del presente año, la lección política para sus militantes y simpatizantes fue tan dura y difícil, que muchos, no pocos, optaron por cambiar de partido e irse por lo más cómodo, afiliarse por conveniencia al partido ganador, es decir, a Morena, pero lo hicieron sin más mérito que el impulso que sus propios partidos les dieron, ya que recomponer el camino nunca fue una opción viable para ellos en ese momento.
Los ejemplos abundan, y aunque algunos aun militan en sus partidos originales, como el regidor Viviano Vázquez ex dirigente del PRI, su entrega y servilismo a Carmen Lilia es decepcionante porque pese a ser oposición, su opacidad política lo hace ver como uno más de Morena, sin iniciativa política, sin capacidad para el debate, y lo peor, sin ánimos para enfrentarse a una mujer que está demostrando que tener el poder y el dinero es tener bajo control a todos sin excepción.
Otra decepción es la síndico Imelda Mangin, una ex priista renegada que juraba y perjuraba ser tricolor de cepa cuando tenía cargos de importancia y más cuando fue diputada por ese partido, ahora destila azúcar Morena y decepciona por la actitud y arrogancia que la distinguen, porque ahora que tiene ese poder que tanto añoraba cuando era del PRI, hace a un lado los lineamientos que juró seguir y respetar por siempre, y que le dan origen a todo partido político: Humanidad, servicio y lealtad.
También decepcionante es el gris y lastimoso papel de morenistas como el regidor Santos Francisco Hernández, un personaje que antes de afiliarse a Morena había coqueteado con el PRI y con el PAN para buscar un acomodo, ya que quiere ser diputado local, pero ¿en dónde está ese espíritu de lucha y defensoría de los derechos de los trabajadores que decía proteger? Ahora que es parte del botín político y económico de Morena, ya se le olvidó defender a los trabajadores a los que al parecer utilizó para llegar hasta donde está.
También decepciona la morenista Ericka Mendoza a quien se le conoce como ‘La China’. Cuando Morena apenas nacía en esta ciudad, la combatividad de ella no estaba a prueba, era franca y directa en sus reclamos de que Morena tenía que ser un partido de oposición y no un estéril partido al servicio en ese entonces, del PAN; luchaba y peleaba sin dar cuartel a nadie, pero ahora que está del lado del poder y goza de sus beneficios, echó por la borda todo eso para someterse a la voluntad de la presidenta municipal, a quien dirigía parte de sus reclamos cuando Carmen Lilia disfrutaba del poder que el PAN le otorgaba.
¿Y qué me dice usted de Ernesto Ferrara, aún dirigente del PAN y regidor a la vez? Sus intervenciones en al cabildo son tan opacas y tan débiles como si no quisiera ofender a la matriarca del municipio, tanto que prefiere seguir como espectador y no como opositor, ya que es posible que pretenda ser candidato a diputado local en las próximas elecciones, pero calladito se ve más bonito.
Del regidor de Morena Jorge Valdez hay mucho que decir, pero destaca saber que cuando perteneció al PRD, no solo lo traicionó sino que lo utilizó hasta demolerlo y convertirlo en el paria político que es ahora, sin rumbo, sin futuro, sin registro y sin militancia.
Valdez utilizó bien al cabildo para proponer con alevosía y ventaja una comisión de la que se estará aprovechando para su beneficio, que es la creación de la comisión de la verdad, un artifugio que le servirá para seguir engañando a todos con la finalidad de conseguir más beneficios propios, pese a que la función de dicha comisión sea la de dar solución a problemas que deben terminar en la reconciliación y la verdad.
Pero tener a Jorge Valdez como presidente de dicha comisión es similar a darle al lobo el encargo de cuidar al rebaño de ovejas.
Del regidor del partido Movimiento Social, Jorge Ramírez Rubio, tal vez sea el único rescatable, aunque a decir verdad, su larga experiencia política lo ha convertido en un costal de mañas, tanto que son una gran sutileza salva los obstáculos que surgen en cada sesión de cabildo, y los dardos que le lanzan sus opositores los convierte en suaves plumas de paloma.
No se mete en problemas y cuando habla lo hace con la finalidad de incomodar a quien le ataca, pero dichas cualidades las utiliza también para obtener beneficios propios, ya que es un estupendo negociador político.
Tal vez sí, o tal vez no, sea que los regidores de Morena, aquellos que durante la campaña política se tomaban cientos de fotografías en las colonias populares prometiendo miles de cosas a sus habitantes para ganar simpatías, ahora se olvidan de quienes les dieron el voto, porque ya no toman fotos ni salen a hacer esos recorridos que les dieron fama en las redes sociales.
Como ya consiguieron lo que buscaban, el poder político y económico, para qué ir a las colonias a sudar y ensuciarse los zapatos si cada 15 días tienen el premio que tanto buscaban, tal vez porque Carmen Lilia poco a poco va mostrando su verdadera identidad.
Así, Morena con mayoría relativa en el Congreso local y en la mayoría de los municipios de la entidad, se perfila como el partido que ganará las elecciones para gobernador el próximo año, según refieren encuestadoras y expertos en este campo, y cómo no van a irse a Morena priistas y panistas si el futuro está con este partido.
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A solo un mes de haber tomado el poder en Nuevo Laredo, Morena ya muestra los efectos de un serio desgaste a su interior, que con el tiempo podría manifestar serios conflictos de interés relacionados con el dominio casi absoluto y totalitario que la presidente municipal Carmen Lilia Canturosas pretende ejercer en esta ciudad.
Y es que ha transcurrido solo un mes y Carmen Lilia ya controla casi todo porque acapara los reflectores y no deja que alguno de sus colaboradores sobresalga, además de controlar casi todos los medios de comunicación, tradicionales y digitales, los que no cesan de publicar todas las ‘bondades’ que esta mujer realiza en supuesto beneficio de la sociedad, con obras más de vanidad personal que de real beneficio, porque los pobres siguen igual de pobres y el desempleo sigue a galope tendido porque no hay inversiones que valgan la pena, porque la economía sigue estancada y porque para nada ha elevado el bienestar de las familias más empobrecidas de la ciudad que día a día engrosan las filas de lo más lumpen, de acuerdo a cifras de Cáritas y de la Coneval.
Ella dice que la anterior administración panista dejó en quiebra al municipio, y aunque tal vez sea verdad, lo que también es verdad es que hay al menos 11 proyectos de inversión que por razones que Carmen Lilia no ha explicado, no se han concretado porque o no se les quiere dar seguimiento porque son iniciativa del PAN, o porque realmente no existen como ella dice, aunque lo más sano es que diga que pasó con ello.
Sea como sea, en Nuevo Laredo Morena no es el partido del cambio, porque dicho cambio solo fue un trasvase de poder, porque siguen siendo los mismos priistas y los mismos panistas con las mismas prácticas y mañas, los que están ahora en el poder.
Aunque hay que tomar en cuenta que el poder en Tamaulipas sigue estando en la capital estatal, en donde el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca comenzó a realizar los enroques en las dependencias estatales y fortalecer su estructura e ir copándole el terreno a Morena, con la finalidad de querer ganar las elecciones del próximo año, algo muy difícil de lograr por el contexto político en el que sucederán las elecciones, lo que garantiza unas elecciones reñidas pero con tendencia a un probable triunfo de Morena.
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Hasta mañana
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