Centenario de El Mañana
Por Alberto Guerra Salazar
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— El Presidente López Obrador se puso ahora los guantes contra los embajadores de Estados Unidos y Canadá, por haberse atrevido a opinar sobre asuntos internos, aunque el incidente quedó solo al nivel de anécdota puede escalar hasta a la ruptura de relaciones.
En efecto, Andrés Manuel dispuso que se establezca una pausa en el trato con ambas embajadas aunque se cuidó mucho de aclarar que el pleito es con los embajadores, no con sus gobiernos, lo que es un galimatías.
Aún en el lenguaje diplomático resulta ambiguo el término usado por el Presidente mexicano, de hacer una pausa en las relaciones, porque puede interpretarse como un congelamiento, suspensión, ruptura, paralización, rompimiento.
El asunto que dio lugar a la controversia es la decisión presidencial de introducir reformas al sistema judicial, invocando él el derecho soberano de manejar los asuntos nacionales como mejor le parezca, sin intromisiones extranjeras.
Por cierto, el Presidente comparecerá el domingo 1 de septiembre ante el Congreso de la Unión, para presentar por escrito el texto de su sexto y último informe anual de actividades como titular del poder ejecutivo federal.
No se cumplió el vaticinio perverso de los adversarios del Presidente de que pretendería de alguna manera prolongar su permanencia en el poder, pues ya hasta existe una Presidenta electa, la doctora Claudia Sheinbaum.
López Obrador hizo profundas reformas en el sistema presidencialista, regresándole al cargo su nivel ordinario pues anteriormente estaba envuelto en el endiosamiento.
Cuando el PRI tenía el monopolio del poder, los informes del Presidente de turno eran ceremonias fastuosas, día de fiesta nacional, descanso laboral obligatorio, desfile faraónico por Paseo de la Reforma, con lluvia de confeti que hacía tapar al sol.
Ya se aclaró que no es descanso laboral obligatorio el día del informe presidencial, aunque por caer en domingo el asueto es de rigor en la mayoría de los casos.
En Río Bravo, el panista Miguel Angel Almaraz denunció que no ha podido ensayar su toma de posesión como nuevo presidente municipal, pues el edil saliente, Joel Eduardo Yáñez Vallejo, se hace el remolón a la entrega-recepción.
También denunció Almaraz que funcionarios municipales están sacando grandes cantidades de documentos y otros papeles oficiales de oficinas del Ayuntamiento, con la clara intención de destruirlos o cuando menos esconderlos.
El alcalde entrante riobravense llegará al palacio municipal con la espada desenvainada pues por ser de un partido político diferente al del alcalde saliente, buscará hasta debajo de las piedras presuntas irregularidades, para exhibirlo.
En Nuevo Laredo, el gobierno de Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal entregó a nombre del Cabildo un reconocimiento a la señora Ninfa Deandar Martínez, por la celebración de cien años de la fundación de su periódico El Mañana.
Dijo Carmen Lilia en su mensaje, que la señora Ninfa Deandar es una defensora de la libertad de expresión y la democracia, subrayando que ha luchado con denuedo por los derechos de las mujeres y su compromiso con la verdad y la justicia.
“Este reconocimiento es por ser parte fundamental de los 100 años de El Mañana y de su legado como narradora de las historias que dan forma a nuestra sociedad y ser una defensora incansable de la verdad y de la justicia”, dijo la presidenta municipal.
Destacó así mismo, que doña Ninfa también es una promotora y defensora del arte y la cultura, al brindar su apoyo a artistas, intelectuales y promotores culturales, como las temporadas de teatro en los años de gloria en el Auditorio Adolfo López Mateos.
La señora Deandar Martínez estuvo acompañada en la ceremonia por sus hijos Ramón y Heriberto Cantú Deandar, que compartieron con ella el orgullo y la satisfacción del reconocimiento recibido.
En su mensaje, la señora Ninfa expresó “Agradezco ´infinitamente a mis antepasados, a mi padre, a mi madre, a los fundadores de este que querido Nuevo Laredo, reconozco la heroica actitud de acción de los Cantú Rosas, sobre todo de Carmen Lilia, de su padre y de su hermano. Dos familias que se unieron porque la unión hace la fuerza.
Por eso amamos a Nuevo Laredo, amamos a nuestra patria, expresó la señora Deandar Martínez.
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