-Y Morena el más contento, al tener un PRI a modo
-Américo anuncia 270 millones para sorgueros
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Raúl Hernández Moreno
12-agosto-2024
Con 440 votos a favor y 8 en contra, se consumó el atraco de Alejandro Moreno y se reeligió 4 años más como presidente de lo que queda del PRI. El más feliz de este robo es Morena y el presidente Andrés Manuel López Obrador porque amarran un aliado y cómplice y garantizan que el PRI participe en las siguientes elecciones en calidad de competidor a modo.
Y lo que ayer pasó en el PRI puede replicarse en el PAN en donde el sustituto de Marko Cortés será elegido por el Consejo Político Nacional, órgano que controla el todavía dirigente panista.
La política nacional ha regresado a los tiempos del PRI hegemónico de las décadas de los cincuentas a setentas, en que el partido oficial contaba con el respaldo de partidos satélites como el PPS y el PARM, que legitimaban las acciones del gobierno.
Con la reelección de un nuevo período de cuatro años, Moreno llegaría a nueve años al frente del PRI, suponiendo que permanezca durante esos años.
Cuando Alto llegó al PRI, el partido gobernaba en 12 estados, hoy lo hace en dos: Coahuila y Durango. Por su parte, Marko Cortés llegó al PAN teniendo 11 gubernaturas y hoy solo tiene cuatro: Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes.
Marko perdió Yucatán, con todo y que su gobernador Mauricio Vila estaba catalogado como el mejor gobernador del país, sin comprar encuestas, como lo hace la mayoría de los gobernadores y alcaldes.
Una de las derrotas más significativas del PAN y el PRI, fue Tamaulipas. En su momento el PAN, aliado del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quiso robarse la elección, compró no menos de 200 mil votos, amenazó con detener a personajes de Morena, gastó carretadas de dinero y los tamaulipecos le dieron una patada en el trasero.
Por otra parte, el gobernador Américo Villarreal Anaya anunció un apoyo de 270 millones de pesos a los productores de sorgo.
Esta cifra es un 20 por ciento superior a la cantidad que se les había prometido a los productores, durante una reunión que tuvieron con el mandatario tamaulipeco el pasado miércoles.
Américo dijo que estos recursos se distribuirán en los sectores donde más son necesarios y confió en que Tamaulipas seguirá siendo el principal productor de sorgo en el país.
En otro tema, ¿Qué estaría ocurriendo en estos momentos si Ismael El Mayo Zambada hubiera escrito que el día de su detención se iba a ver con un gobernador del PRI o el PAN? El presidente se habría lanzado a la yugular de los partidos opositores, habría exigido una investigación exhaustiva y castigo a los culpables. Es lo que hizo cuando la DEA detuvo al general Salvador Cienfuegos y luego ratificó, cuando el ejército se lo exigió.
En el caso del gobernador de Sinaloa Rubén Moya Rocha, el ejército no le exigió defenderlo. AMLO lo hizo de mutuo propio y metió las manos al fuego por Moya Rocha.
Pero, además, la Fiscalía ya investiga quién fue el piloto del avión que trasladó a El Mayo Zambada a Estados Unidos, por el delito de traición a la patria.
Hace 20 días de la detención del El Mayo y el gobierno mexicano no aplaude la detención, a pesar del gran daño que el capo causó con el tráfico de drogas. Hasta pareciera que el gobierno mexicano quisiera romper relaciones con los primos del norte, por no haberle avisado de la detención.
Ya el propio capo dijo que no se entregó: lo entregó Joaquín Guzmán López, lo que no impedirá que se le enjuicie porque es un delincuente a los ojos de todo el mundo. Su caso no tiene parangón con el de Humberto Álvarez Machaín, secuestrado por un agente de la DEA en 1990 y luego liberado, porque no se pudo demostrar que hubiese participado en la tortura y ejecución del agente de la DEA Enrique Camarena. Álvarez Machaín se habría encargado de inyectarle drogas para mantenerlo vivo, durante las torturas.