MIGUEL TIMOSHENKOV 

LAREDO, TX. – En el Departamento de Salud el programa “Buena Vida” orienta a una alimentación saludable clave para controlar el nivel de azúcar en la sangre.

Un alto segmento de la población de Laredo vive con diabetes, pero es aquí donde se les orienta a comer sano.

Sería comer alimentos bajos en azúcares añadidos y grasas saturadas. Si bien no existe un enfoque único para comer sano, varios planes de alimentación pueden ayudar a controlar su diabetes.

Podrá comer muchas frutas, verduras, granos integrales, frijoles y nueces.

Usar aceite de oliva virgen extra en lugar de mantequilla u otros aceites.

Limitar productos lácteos y carnes rojas, además de dulces, azúcares agregados, el sodio (sal) y los alimentos altamente procesados.

Cuando tiene diabetes su cuerpo no produce ni usa bien la insulina y no puede mantener el nivel de azúcar en la sangre en niveles normales.

 Esto provoca picos en el nivel de azúcar en la sangre y, con el tiempo, puede provocar complicaciones graves.

Debido a que la alimentación al estilo mediterráneo es rica en alimentos de origen vegetal y limita los procesados, puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina.

Esto conduce a un mejor control del azúcar en la sangre y niveles más bajos de A1C.

Para mejorar la salud del corazón evite las grasas saturadas y el sodio. Pueden aumentar los niveles de colesterol y la presión arterial.

Dado que la enfermedad cardíaca es una de las complicaciones más comunes de la diabetes, querrá limitar estos alimentos con altas cantidades de grasas saturadas o sodio en su dieta.

Con la pérdida de peso, si tiene sobrepeso, evitara un colapso. La alimentación al estilo mediterráneo enfatiza los alimentos que están llenos de fibra.

La fibra ayuda con el azúcar en la sangre y el control del peso. Estar activo ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y daños en los nervios.

Reducir la inflamación. El nivel alto de azúcar en la sangre debido a la diabetes puede causar inflamación.

Los alimentos como las verduras de hoja verde, las frutas, el aceite de oliva y los pescados grasos pueden ayudar a reducir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico.