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LAREDO, TX. – El juez Joe López, de la Corte 49 de dijo que un jurado de doce hombres y mujeres encontró culpable de dos cargos de muerte capital al exagente de la Patrulla Fronteriza Ronald Anthony Burgos-Aviles.
Dijo que el jurado fue unánime en su veredicto.
“Los miembros del jurado siguieron los protocolos, deliberaron en su conciencia y siguiendo la normativa del Estado de Texas emitieron su juicio contra Burgos-Aviles”, expresó el Juez López. “Le solicitó al acusado ponerse de pie y escuchar el veredicto”.
Sin embargo, el final del caso ocurrirá hasta la próxima semana cuando se confirme y se dicte la sentencia ya que irán a la segunda fase del juicio donde pasarán 20 testigos; unos abogarán por la vida y otros por confirmar la pena de muerte capital contra Burgos-Aviles.
Por siete días en el Tribunal 49 de Distrito el Fiscal Isidro
Alaniz y el abogado de la defensa Eddie Peña fueron presentando los testimonios, interrogatorios y evidencia.
Los asesinatos se reportaron el 9 de abril de 2018 cuando entre matorrales del Parque Padre McNaboe localizaron los cuerpos de las víctimas Grizelda Hernández, de 27 años, que presentaba 27 puñaladas en su cuerpo, y el bebé Dominic Hernández, de un año, que tenía una cortada en su cuello y una herida en su cuerpo.
Los testimonios de 22 ciudadanos, entre policías y expertos, se fue exhibiendo por el Fiscal de Distrito Isidro Alaniz que probó las circunstancias del caso, aunque la defensa jugó su papel.
En los testimonios el Fiscal Alaniz llevó al estrado a Angélica Hernández, hermana de Grizelda; al Dr. Antonio Rodríguez, exmédico de Dominic; la Dra. Corinne Stern, médico forense del Condado de Webb; el agente de la Patrulla Fronteriza Bradly Dennison, compañero de trabajo de Burgos-Aviles, y el investigador del Departamento de Policía de Laredo Raimundo García. El jueves por la tarde el fiscal cerró su presentación.
El abogado Peña, de la defensa de Burgos-Aviles, llamó al estrado al detective principal del caso Raimundo García.
Peña habló sobre las agujas encontradas en la lonchera de Burgos-Avilés que había utilizado contra la pequeña víctima.
La razón legítima del uso de las agujas de Burgos-Aviles fue que le recetaron testosterona, según Peña.
La aguja recuperada coincidía con la herida punzante del niño.
El caso se reanuda el lunes con los testimonios que serán sentencia de vida o posiblemente muerte.
El abogado Penna pidió vida para su cliente, sin embargo los comentarios ciudadanos que observaron el canal Law & Crime, que transmitió desde el inicio el juicio, resonaban contra el exagente Burgos-Aviles.
