El terror de quedarse sin guaruras
RAUL HERNANDEZ MORENO.
-Por corrupto, el PAN pierde elecciones
-Y en el 2024, volverá a perder
Andan aterrorizados los del PAN, con la posibilidad de que el Congreso le cancele el servicio de 56 escoltas que protegen a Francisco García Cabeza de Vaca, César Verástegui y Gerardo Peña. Ese es un lujo que ni Obama lo tiene.
El pago de esos 56 guaruras es de más de un millón de pesos mensuales, con cargo al erario público.
Cuando el PAN le canceló los escoltas a Egidio Torre, Eugenio Hernández, Tomás Yarrington y Manuel Cavazos, en 2016, dijo que los ex tenían muchísimo dinero para pagar los servicios de los guaruras de su propio peculio. El mismo argumento ahora aplica a Cabeza que tiene cientos de millones de dólares.
Para cancelarle los guaruras a Cabeza se necesita el voto de las dos terceras partes del Congreso, es decir 24 de los 36, en el supuesto de que todos asistan.
El PAN tiene en estos momentos 8 diputados, más 2 del PRI.
A Morena no le alcanza para sacar adelante la reforma, salvo que cuando el tema se ponga a votación algunos de los diputados del PAN o los del PRI se “enfermen” y no puedan asistir. O que los alcance la alegría de sacarse en esos días un premio de varios cientos de miles de pesos, que los haga pensar en el bien de los tamaulipecos y voten a favor de quitarle los guaruras. Total, Cabeza ni vive en Tamaulipas.
Cuando Cabeza de Vaca gobernaba Tamaulipas le gustaba presumir que transitar por las carreteras del estado era muy seguro, pero él las recorría en helicóptero, así que chiste.
En su sexenio, como ahora en el de Américo, y como antes con Egidio, había zonas muy peligrosas para ser recorridas en la madrugada y aún en el día hay que pedir “permiso” para transitar sin ser molestado, como la carretera ribereña. Eso todo mundo lo sabe.
Y si los del PAN en verdad andan preocupados por la seguridad de Cabeza, pues que se cooperen Ismael García, Gerardo Peña, el Moyo García, Imelda Sanmiguel, Arturo Sanmiguel, Luis René Cacharro Cantú, Rafa Pedraza y todos los que se beneficiaron durante su sexenio, para pagar los sueldos de unos buenos ex agentes del Mossad para que lo protejan.
O que Cabeza les pida el favor a sus amigos del FBI, esos con los que antes presumía que eran sus cuatachos, igualito que decía el impoluto de Genaro García Luna, hoy recluido en una fría e iluminada celda.
Cabeza de Vaca y el PAN, politizaron el tema de la seguridad. Quieren sacar raja política, que los ayude a la elección del 2024. Pero su pasado los condena. Los tamaulipecos ya saben que son tóxicos, que son ratas, que sólo piensan en su enriquecimiento y en sus privilegios. Por eso perdieron en el 2021, perdieron en el 2022, perdieron en el 2023 y van a perder en el 2024. Al corromperse se convirtieron en perdedores.
Si el PAN quiere volver al poder dentro de algunos años –que puede ser en 4, en 5, en 10 o en 50 años-tiene que sacudirse a Cabeza de Vaca. No hay de otra. Cabeza pudrió al PAN.