TIEMPO DE OPINAR.

Cabeza soltó al tigre

RAUL HERNANDEZ MORENO.

-¿Podrá controlarlo?

-Américo esta pasmado

Cuando Porfirio Díaz se aprestaba a abordar el barco Ipiranga que lo llevaría a Europa, de donde ya no regresaría, le comentó a uno de los que fueron a despedirlo:

-Madero, ha soltado un tigre, veremos si puede controlarlo.

Era mayo de 1911. Menos de dos años después, en febrero de 1913, Madero fue asesinado, lo que confirmó que no controló al tigre.

El pueblo que antes se levantó en armas para unirse a la revolución convocada por Madero, lo abandonó. Sus adversarios, incluyendo al embajador de los Estados Unidos, Henry Lane Wilson, festejaron su muerte, en medio de copas de licor.

Hoy pareciera que el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca no solo soltó al tigre, de paso le rasca los huevos, convencido de que puede controlarlo. El tiempo dirá si lo controla o no.

Lo cierto es que en vez mantener una postura mesurada ante su relevo sexenal, anda en plan envalentonado, criticando duramente al gobernador Américo Villarreal que esta pasmado, no sabe cómo debe reaccionar y lo peor es que no le ayuda su equipo cercano.

Cabeza es un cínico, un desvergonzado, se cree un santo y además dueño de la verdad. El hundió a Tamaulipas y es el culpable de que haya rezagos en todas las áreas y ahora se presenta como el mesías que sacará adelante al país.

Suponiendo que Américo evita la confrontación directa con Cabeza, para eso tiene a su Secretario de Gobierno, a la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso, a la presidenta estatal de Morena, al Fiscal General de Justicia…A Caray, ¿qué no es el mismo que tenía Cabeza de Vaca?

Total, que ninguno de su equipo cercano le responde a Cabeza. ¿Será que le tienen miedo?

De poco han servido las 29 denuncias judiciales que la administración estatal presentó en contra de ex funcionarios estatales, por presuntos desvíos. Nadie ha sido llamado a cuentas, nadie ha sido castigado.

Pero además, si Cabeza se subió al ring, fue porque Américo lo subió con sus mensajes velados durante la presentación de su informe de gobierno. No había necesidad de hacerlo. Después de casi medio año de gobierno, es innecesario repartir culpas al pasado. Los tamaulipecos tenemos claro quién es el responsable del estancamiento del Estado. Hay que pasar de las palabras a los hechos, promover y conseguir acciones legales contra los saqueadores. Todos estamos convencidos de que Cabeza fue un mafioso, ahora lo que esperamos es que su comportamiento no quede impune.

Si Américo no le pone un alto a Cabeza, éste va a ser un dolor de cabeza durante el sexenio.

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