AMLO: sexenio de claroscuros.
-Avances y retrocesos.
-200 mil muertos violentos.
-Y 800 mil del Covid.
Tiempo de opinar.
Raúl Hernández Moreno.
26-septiembre-2024.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador cierra con avances en materia de bienestar social y el consolidamiento de los temas marco-económicos, pero en cambio hubo un empeoramiento en la inseguridad, la salud, el combate a la impunidad y la corrupción y un estancamiento en la educación.
Y así como el presidente dividió a los mexicanos, el sexenio termina con opiniones divididas. Por un lado, los amlovers, lo adoran y lo catalogan como el mejor presidente de México, en muchas décadas, en tanto que los antiamlos, lo ven como el peor presidente de la historia.
Pero los datos duros, son los datos duros.
La empresa consultora Integralia, que dirige el ex presidente del INE, Luis Carlos Ugalde, acaba de publicar un estudio en el que enlista 104 indicadores sobre temas como la seguridad, economía, bienestar social, educación, salud, pobreza, etc., que hablan de avances y retrocesos.
La economía pasó de 1.9 por ciento anual en el sexenio de Enrique Peña Nieto a 1.0 con AMLO; el desempleo pasó de 3.6 en diciembre de 2018 a 2.7 al cierre del sexenio; el salario mínimo inició con 87.77 pesos diarios, en el arranque del sexenio y cerró con 190.29 pesos, para un aumento real de 121.9 por ciento.
De 20 millones 79 mil 365 plazas formales en el IMSS, se pasó a 22 millones 331 mil 788; la tasa anual de inflación inició con 4.83 y cierra en 4.99; la inversión extranjera pasó de 23 mil 645 millones de dólares a 31 mil 096. Las reservas internacionales estaban en el arranque en 173 mil 329 millones de dólares y cierra en 226 mil 109. La deuda externa representaba el 43.6 por ciento del PIB y pasó a 50.2 por ciento. El precio de la gasolina estaba en 19.29 pesos el litro en diciembre de 2018 y ahora está en 24.09.
El presupuesto del programa de apoyo a los adultos mayores inició con 53 mil 190 millones y este año es de 465 mil 048, hubo un aumento del 774.3 por ciento; el índice de pobreza pasó del 41,9 por ciento al 36.3 por ciento; en el tema de salud, de un 16.2 por ciento que no tenía acceso a la salud, se pasó al 39.1 por ciento; en educación pasamos de 8.9 por ciento de escolaridad promedio a 9.2.
AMLO inició el sexenio con una popularidad del 77 por ciento y termina con un 65 por ciento. Hasta aquí algunos de los datos duros de Integralia.
En el tema de seguridad, el sexenio cierra con 200 mil muertos y 116 mil desaparecidos. AMLO está reprobado en este rubro. En su administración creció de manera exponencial el crimen organizado y hoy muchísimos mexicanos están convencidos de que protegió y solapó a algunos cárteles. Y no es una percepción nacional, opiniones similares hay en Estados Unidos y en Europa.
Estados Unidos le está haciendo la chamba a México al detener a personajes como Genaro García Luna e Ismael El Mayo Zambada. Su detención en México era un tema imposible. Este es un fantasma que va a perseguir a AMLO el resto de sus días.
Un punto a su favor, fueron los apoyos sociales que hoy benefician a más de 28 millones de mexicanos. Ese dinero antes se lo robaban los funcionarios, hoy benefician a los que más lo necesitan.
Por supuesto, la historia demuestra que nuestros héroes y villanos han necesitado una ayuda de gobiernos para alcanzar ese status.
A Hidalgo no lo quisieron los mexicanos durante más de 50 años y fue Maximiliano de Habsburgo quien lo hizo el héroe de la patria que es en la actualidad, aunque no haya sido él el padre verdadero, sino Agustín de Iturbide.
Benito Juárez murió detestado. Los liberales no lo bajaban de dictador y violador de la ley y fue Porfirio Díaz quien a principios del siglo XX decidió convertirlo en héroe de bronce.
Y lo mismo pasó con Madero, con Carranza, con Zapata, con Villa: en sus últimos días eran detestados. Cuando murió Madero varios periódicos celebraron su muerte. Carranza, Zapata y Villa terminaron con la imagen de bandidos. Carranza era decente, pero permitía que sus colaboradores robaran, por lo que se acuñó el término de “carrancear”, como sinónimo de robar.
En los dos últimos años del sexenio de Cárdenas, ya no era popular y hasta Saturnino Cedillo se levantó en armas y le declaró la guerra.
En fin, como lo hemos dicho en otras ocasiones, corresponde a Claudia Sheinbaum decidir si convierte a AMLO en un santo o deja que la historia lo juzgue con libertad. Si es así, va a tener que cargar en sus espaldas los 800 mil muertos del COVID y los 200 mil de la guerra del narco. Son una pesada loza.