Sistema de salud fallido
-Fue una más de las promesas incumplidas de AMLO
-PT y Verde, ganones de alianza con Morena
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Raúl Hernández Moreno
30-agosto-2024
El periódico El Universal, en su edición de hoy, reporta lo jugoso que le ha resultado al PT y al Verde venderse a Morena, tanto en posiciones como en dinero,
El Verde pasó de 11 diputados en 2018 a 77 en 2024 y el PT creció de 44 a 51. Prostituirse, perdón aliarse, también les ha dejado enormes ganancias, pues el Verde pasó de un presupuesto anual de 329 millones en el 2018 a 565 en el 2024; y el PT de 211 a 411. Este dinero lo manejan como si fuera de ello, los dos eternos caciques, Jorge Emilio González, del Verde y Alberto Anaya del PT. Si en los tiempos del PAN y del PRI, nadie los investigaba ni les pedía cuentas por la forma en que manejaban los recursos del partido, a partir del 2018 mucho menos se les molesta y esto posibilita que Jorge Emilio gaste el dinero en alcohol y mujeres -aunque luego se lancen al vacio, desde varios pisos de altura, mueren y nadie investiga- o en el caso de Anaya que se da vuelo viajando a Corea del Norte y Rusia, países que tanto admira, pero no es tan loco para irse a vivir ahí.
Si el PRI hegemónico tuvo sus esquiroles en el PARM, el PPS, el PFCRN y al final al PRD; y el PAN tuvo al Verde, ahora Morena tiene al PT y al Verde y el PRI de Alejandro Moreno ya tiene un pie dentro del oficialismo.
Sin Morena, el PT y el Verde estarían condenados a desaparecer. Si ambos partidos fueran solos a la elección, difícilmente ganarían una alcaldía, una diputación. Lo de San Luis Potosí es caso aparte, ahí ganó el crimen organizado.
Los partidos parásitos han existido siempre. El gobierno se empeña en utilizarlos convencido de que así ofrecen la imagen de un país democrático y obviamente a los líderes parásitos como Jorge Emilio González, Alberto Anaya, Dante Delgado del MC y Alejandro Moreno del PRI, también les conviene, porque al tiempo que consiguen impunidad jurídica, siendo senadores o diputados, también consiguen carretadas de dinero, vía prerrogativas y concesiones, es dinero que nunca ganarían manejando una empresa de manera legal,
Los mexicanos se merecen a esta clase de canallas, porque pudiendo mandarlos al carajo, a través del voto, no lo hacen.
En fin, este país, seguiremos insistiendo, no tiene remedio y debemos sobrevivir en un ambiente hostil.
En otro tema, a 31 días de que concluya el peor sexenio en la época reciente de México aún hay ingenuos que creen que el presidente López Obrador conseguirá la hazaña de transformar un sistema de salud colapsado en uno similar al de Dinamarca.
Un servidor confiesa que no ha ido a Dinamarca, y por lo tanto no conoce los hospitales. En cambio, sí conozco el Laredo Medical Center y el Hospital de los Doctores en la vecina ciudad de Laredo, Texas y sería una chulada que en Nuevo Laredo existieran hospitales públicos similares a cualquiera de los dos. El primero, a simple vista, parece un hotel de cinco estrellas y varios diamantes. Adentro, los cuartos son amplios, cómodos para los pacientes y para las visitas. Tiene una cafetería que está mejor que muchísimos restaurantes de Nuevo Laredo. Hay demasiados cajones de estacionamiento, mientras que en Nuevo Laredo los hospitales privados tienen 8 o 10 espacios, que siempre ocupan los empleados y de los hospitales públicos, ni hablar. En los hospitales públicos en tiempo de calor hace calor y en tiempo de frío hace frío y en la vecina ciudad la temperatura es la ideal, en todos los espacios.
En fin, el incumplimiento en la promesa de convertir el sistema de salud público de México similar al de Dinamarca, es una de las más de 300 mil mentiras que el presidente ha dicho en su sexenio. Una más, no se nota.