PAN no decide si abre o no su elección interna.
-Lo bueno es que Marko Cortés ya se va.
-Se han regularizado 417 mil vehículos chocolates.
-Cabildo aprueba obras de recarpeteo.
Raúl Hernández Moreno.
El PAN prepara la renovación de su dirigencia nacional y sus líderes no se han puesto de acuerdo sobre abrir la elección a la ciudadanía o limitarla a los militantes. Una corriente está a favor de dejar que la ciudadanía participe en la renovación con propuestas, pero no con votos, a lo que el senador Damián Zepeda dice que eso sería una simulación. Es hacerle al tío Lolo, decimos nosotros.
Lo mejor que le puede pasar al PAN es que Marko Cortés ya se va. Marko le hizo mucho daño al partido en los dos períodos que permaneció al frente.
Marko llegó al PAN el 19 de noviembre de 2018. En ese momento el PAN gobernaba en once estados y seis años después, lo hace en cuatro: Chihuahua, Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato.
Perdió la elección presidencial, 28 gubernaturas, de 321 alcaldías bajó a 226, sólo tendrá 22 senadores y 68 diputados federales.
Marko fue un desastre para el PAN, igual que Alejandro Moreno, pero al igual que éste, en los seis años se ocupó de construir una estructura cupular que le permitirá heredar el cargo a uno subalterno, que seguramente será más mediocre que él, para garantizar su manipulación.
A Marko, como a Alito, les importa un carajo el país y sus partidos, ellos lo que quieren es mantener el control de sus partidos, porque eso les permitirá negociar con el gobierno y obtener cuantiosas cantidades de dinero, a cambio de complicidad.
El dirigente panista cometió el error de aliarse con el PRI y no solo se alió, permitió que Alito se despachara con la cuchara grande, exigiendo y obteniendo posiciones pluris en el senado y la diputación federal, que no habría obtenido, en caso de haber participado solo.
La renovación del PAN también debe darse en los estados y municipios. Tanto Luis René Cantú como Agustín Chapa agotaron su ciclo como dirigentes y deben dar paso a nuevos activos.
En otro tema, la secretaria de Finanzas, Adriana Lozano, dio a conocer que en Tamaulipas se han nacionalizado más de 427 mil vehículos de los llamados “chocolates”.
El programa concluye oficialmente el 30 de septiembre, pero es muy probable que Claudia Sheinbaum decida prorrogarlo, a fin de cuentas, ellas y AMLO son como dos gotas de agua, hasta ahora.
Como se sabe, el costo de nacionalización ante el gobierno es de 2 mil 500 pesos por vehículo y la federación autorizó entregar lo que se recaude a los municipios en los que está la unidad regularizada. Esto ha hecho posible que Nuevo Laredo haya recibido hasta ahora más de 134 millones de pesos, que se destinan a obras.
Tan solo ayer martes, el cabildo aprobó tres proyectos de recarpeteo y repavimentación en las colonias Hipódromo, Buenos Aires, Valles de Anáhuac y Juárez, con un costo de 3 millones 923 mil 572 pesos, que son recursos provenientes del Programa de Regularización de Vehículos Usados de Procedencia Extranjera (REPUVE).