Transporte público deficiente.
-Pero usuarios no quieren pagar por un mejor servicio.
-En Laredo, el servicio es de primera y los precios, también.
-AMLO quiere ser el policía del mundo.
Tiempo de opinar.
Raúl Hernández Moreno
Subió el pasaje de los camiones urbanos de 9 a 11 pesos y muchos alzaron la voz, en señal de protesta, por lo que consideran un mal servicio.
Desde que hace más de 40 años llegamos a Nuevo Laredo, las autoridades hablan de la necesidad de modernizar el transporte, pero todo sigue igual.
Ahora bien, la tarifa de 9 pesos estaba vigente desde hace unos 10 años y en ese tiempo la inflación ha crecido de manera exponencial, desde camiones, refacciones, salarios, gasolina, cuotas patronales, etc.
Tenemos mal servicio, pero la gente no quiere pagar por usar unidades nuevas y climatizadas. Encima el estado físico de las calles daña las unidades. Hay choferes del servicio de plataforma que no aceptan viajes a colonias del poniente porque se daña la suspensión de sus unidades.
Quien ha viajado a otras ciudades y a otros países, sabe que usar un transporte de primera es caro. El que no quiera gastar, que busque otras alternativas, desde comprar su propio vehículo, que puede ser carro, moto, bicicleta, patineta o que camine.
En Laredo, Texas, las unidades del transporte son de primera, pero el costo del pasaje también es de primera.
En otro tema, el presidente López Obrador está tan molesto porque Estados Unidos no le aviso sobre la detención de Ismael Zambada, que acaba de comentar que ha escuchado decir que Estados Unidos podría venir a México a secuestrar a presuntos delincuentes y entonces México podría hacer lo mismo.
En México se tiene dificultades para identificar y detener a los presuntos delincuentes y si eso pasa aquí, es infantil que pueda identificar e ir a secuestrar a presuntos delincuentes en los Estados Unidos. Ni siquiera sabe quiénes son y el día que los policías mexicanos los identifiquen, los van a hacer sus cuates. a cambio de dinero.
En el ocaso de su sexenio, AMLO sigue siendo el bufón de siempre. Ahora quiere ser policía del mundo. Pero un policía aliado de los dictadores. El que protesta por el triunfo de los gobiernos de derecha de Argentina, Perú y Ecuador y en cambio defiende las dictaduras de Cuba, Nicaragua, Venezuela y justifica el genocidio de Rusia en Ucrania.
Cuando el gobierno de Ecuador entró en la embajada de México en Quito y arrestó al ex vicepresidente Jorge Glas, declarado culpable de soborno y corrupción, un delincuente pues, AMLO puso en el grito en el cielo y hubo fanáticos chairos a favor de declararle la guerra a ese país, pero no pasó nada, porque la comunidad internacional lo dejó solo.
Es el mismo AMLO que suplica a los Estados Unidos poner fin al bloqueo comercial a Cuba, pero en cambio calla ante la feroz dictadura que tiene hundido en la miseria al pueblo cubano. Solo una minoría, militares, policías y políticos, se beneficia de la dictadura y viven como capitalistas en una sociedad socialista.
Cuando en 1980 la dictadura cubana abrió las puertas y permitió que los cubanos salieran de su país, más de 125 mil lo hicieron.
A la dictadura cubana la admira la izquierda mexicana, pero desde lejos. Nadie quiere irse a vivir allá. En el sexenio de Luis Echeverría varias decenas de guerrilleros mexicanos que fueron liberados de las cárceles mexicanas, mediante secuestros, pidieron ser llevados a Cuba, convencidos de que allá las autoridades los iban a tratar como reyes y en realidad los trataron como reclusos y al lugar donde iban, los seguían los policías cubanos.