-El tema del agua lo hace ver fuerte en el país
-Hace su chamba e igual deben hacer los tamaulipecos.
Tiempo de opinar.
Raúl Hernández Moreno.
Resulta tremendamente ridículo asegurar que ningún tamaulipeco le dará su voto al gobernador Samuel García, en el supuesto de que se lance como candidato presidencial del Movimiento Ciudadano, por no estar de acuerdo en que se otorgue a Tamaulipas agua de la presa El Cuchillo y que la que se saque se destine al consumo humano de Monterrey.
Este tipo de expresiones se han escuchado en los últimos por parte de diversos personajes de Tamaulipas, pretendiendo con eso asustar al joven gobernador.
Para empezar es una decisión de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), autorizada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es decir, decidida y ordenada por éste.
Samuel García está defendiendo a su Estado. Eso, en este asunto, ven los neoloneses y el resto del país. Lejos de afectarle esa decisión, lo fortalece y lo hace ver como un político entrón, que cuida y protege los intereses de Nuevo León.
En el 2024 los tamaulipecos solo podrán emitir un voto en la elección presidencial. Los que en este momento tienen decidido su voto –y hablamos de más del 75 por ciento de los que irán a votar- lo van hacer por el partido que ya escogieron. No los hará cambiar las campañas, ni frases matonas. Lo único que puede hacerlos mover de opinión –y no al 100 por ciento, a lo sumo a un 5, 6 por ciento- es que les ofrezcan dinero por el voto y les exijan probarlo.
Más que culpar y denostar a Samuel García por proteger a los regiomontanos, los tamaulipecos que no están de acuerdo en que se niegue a Tamaulipas agua de la presa El Cuchillo, deben unirse y reclamar y exigir al Presidente López Obrador y a Conagua que cambie de opinión, como ocurrió en el 2022 y se tuvo que enviar 200 millones de metros cúbicos de agua a nuestro estado.
Esta es una tarea en la que deben estar juntos los tres senadores, diputados federales, alcaldes, diputados locales, de todos los colores partidistas, la iniciativa privada de Tamaulipas y, por supuesto, el gobernador Américo Villarreal.
El Presiente López Obrador ha mostrado simpatía por Samuel García y Nuevo León. Semanas atrás atestiguó el inicio de los trabajos del acueducto El Cuchillo II, con el que se pretende asegurar el flujo de agua a la zona conurbada de Monterrey. Samuel, insistimos, está haciendo su chamba. Y lo mismo debe hacer Tamaulipas.