Morena, sin contrapesos

-En cambio enfrentará a los poderes fácticos

-El polemista Noroña

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Raúl Hernández Moreno

A partir del 1 de octubre, Morena gobernará el país sin contrapesos oficiales.

En cambio, tendrá que lidiar al interior del país con el poder factico del crimen organizado que en muchas partes del territorio nacional es más poderoso que el mismo gobierno.

Además, en el exterior tendrá que lidiar con dos poderes súper poderosísimos: Estados Unidos y los capitales extranjeros. Y ante estos dos poderes no hay de otra, que negociar, consensar, ceder y acordar. Se equivocan los románticos izquierdistas convencidos de que si falta Estados Unidos, ahí están Rusia o China, que están dispuestos a ayudar a las naciones, a cambio de que les cedan todo.

Pero además de que la señora Claudia Sheinbaum debe negociar con Estados unidos, a partir de enero del próximo año, seguramente tendrá que pactar con el señor Donald Trump que en su primer cuatrienio humilló y exhibió a Andrés Manuel López Obrador y Macelo Ebrad. Y estos, como buenos políticos, tragaron sapos, sin hacer gestos.

Vamos a tener de vuelta a un Trump recargado y quién sabe cómo le vaya a México con este energúmeno.

Mención aparte son los capitales extranjeros. Hoy invierten en México por las altas tasas de interés que pagan los bancos, no porque estén de acuerdo con las políticas populistas de López Obrador. De hecho, les preocupa que con el relevo sexenal esas políticas se ahonden y pongan en riesgo sus dineros, que estarán dispuestos a llevarse de inmediato. Eso en cuanto a los que sólo tienen invertido su dinero.

Los señores del dinero demostraron de que son capaz, cuando al día siguiente de la elección provocaron que se disparara el precio del dólar y que se desplomara la bolsa de valores.  Si ellos   ven riesgos, se van a ir México, lo mismo pasó en Cuba, cuando Fulgencio Bautista aventó la toalla: los empresarios que pudieron sacaron sus dineros. Otros creyeron que podían lograr acuerdos con los barbudos y terminaron hundiéndose con el país.

Por lo que respecta a los inversionistas que tienen industrias y empresas en México, lo hacen por los bajos salarios que pagan, por un régimen fiscal más flexible que en sus países de origen y por muchas otras razones. Si Morena decidiera que a partir de octubre el salario mínimo sea de 10 mil pesos semanales y congela precios de productos y servicios, los inversionistas cerrarían sus negocios. No están aquí porque amen a la 4T, sino porque sus negocios ganan.

Un cuarto poder factico serán los grandes empresarios mexicanos, que con su enorme dinero son tan hábiles para que la próxima presidenta los convierta en sus asesores.

Ante los  poderes fácticos: crimen, Estados Unidos y capitales extranjeros y nacionales,  a la 4T no le queda otra opción que negociar y pactar.

En otro tema, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña protesta porque aunque quedó en el tercer lugar de la encuesta interna en la que se escogió al candidato presidencial de Morena, no le van a dar ninguna posición en el próximo gobierno, salvo la de senador.

En cambio, a las otras corcholatas si se les tomó en cuenta: Marcelo Ebrad va a la Secretaría de Marina; Adán Augusto López va a liderar a los senadores; Ricardo Monreal a los diputados; y Manuel Velasco va a una subsecretaría.

Noroña es un gran polemista, es un rijoso, pero no es negociador. Si quedase al frente de los senadores de Morena -partido al que no pertenece-  lejos de dialogar con la  oposición se dedicaría a aplastarla y aniquilar.

Al compañero Noroña no le queda otra que tragar sapos, sin hacer gestos.  Pero, además, será senador durante los próximos seis años, posición que alcanzó por la vía de regalo, sin   hacer campaña, sin gastar un solo centavo.

Desde su curul del senador, Noroña le será útil a la 4T defendiendo a la compañera presidenta y golpeando a los “paniaguados”, un día sí, y al otro también. Además, a él le gusta eso de golpear, agredir, criticar, insultar. Tendrá mucho tiempo para enfrentarse en el senado con los bandidos de Alejandro Moreno y Marko Cortés, que al ser una minoría, van a intentar lucirse en la Cámara Alta y ahí va a estar Noroña para frenarlos.

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