-De ser mercancía, pasó al olvido
Tiempo de opinar
Raúl Hernández Moreno
Hoy se cumplen 29 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. Lo mató el sistema, para no perder la elección.
De no haberle segado la vida, Luis Donaldo habría perdido la elección.
Mientras fue candidato, de octubre de 1993 a marzo de 1994, su candidatura nunca se despegó del suelo y por eso a las varias semanas de iniciada la campaña, ya se especulaba que el PRI iba a cambiar de candidato
Por lo visto, los estrategas del PRI valoraron todas las posibilidades y llegaron a la conclusión de que no había forma de alcanzar al candidato de PAN, Diego Fernández de Ceballos, contratado para restarle votos a Cuauhtémoc Cárdenas, cuya campaña tampoco despegaba.
Pero con todo y que lo contrataron para golpear a Cárdenas, la campaña del Jefe Diego, crecía y crecía, con un discurso inteligente que ofrecía acabar con la ancestral corrupción del PRI.
Entonces se concluyó que la única forma de ganar, era construyendo un mártir y así se creó a Colosio.
Fue una jugada perversa, criminal, maquiavélica, pero al final dio resultado. A ello se sumó la petición para que Diego Fernández disminuyera el ritmo de su campaña, tres semanas antes de la elección y así se obtuvo la victoria. Fue una jugada maestra que permitió la más alta participación ciudadana en una elección, con el 77 por ciento.
Esos números no se han vuelto a repetir.
El triunfo de Ernesto Zedillo fue tan contundente que a Cárdenas no le quedó otra opción que no hacer ruido. Eso sí, dijo que le habían hecho fraude, pero lo dijo con tal desgano, que todos se convencieron que estaba haciendo uso de su derecho de pataleo, pero sin que fuera cierto.
Durante algunos años, el nombre de Colosio fue utilizado por el PRI como mercancía, pero como no influía a favor del partido, con el paso del tiempo se optó por olvidarlo.
En otro tema, compareció ante el Congreso del Estado, el Secretario de Administración, Jesús Lavín y dijo que al anterior gobierno se le encontraron faltantes por 30 millones a empresas que se contrataron en el área de tecnología, pero no otorgaron los servicios.
Los cabecistas fueron raterisisimos. Eso lo sabemos todos, no hace falta que el señor Lavín nos los recuerde. Lo que los ciudadanos queremos es que el gobierno del estado pase de las palabras a los hechos y que castigue la impunidad con que actuaron el anterior gobernador y su casta divina.
De poco sirve insistir en lo bandidos que fueron los cabecistas si no se les llama a cuentas.
Han pasado 6 meses de que inició la actual administración estatal y es necesario dar golpes de precisión contra los bandidos del sexenio anterior.