Fanatismo

-Queman libros de texto en Chiapas

-Lo mismo  hicieron los nazis en 1933

-Los fanatismos son dañinos

-Américo entrega créditos a empresarios

Tiempo de  opinar

Raúl Hernández Moreno

El fin de semana pobladores de San Juan Chamula, en Chiapas, quemaron libros de texto con el argumento de que promueven el comunismo, el lesbianismo y el  homosexualismo y que son cosas del diablo.

Suena increíble, y arcaico, que en pleno siglo XXI sucedan este tipo de barbaridades, y para colmo, la quema se realizó en una escuela que lleva el nombre  de Benito Juárez García, que se caracterizó por ser respetuoso de las opiniones ajenas.

En su tiempo, don Benito se peleó con todo mundo, desde Ignacio Ramírez, Manuel Ignacio Altamirano, Guillermo Prieto. Estos le dieron  duro en los periódicos  y jamás atentó contra ninguno.

En 1933, en la Alemania nazi, se realizó una quema pública de más de 25 mil libros, de autores judíos como Albert Einstein, León Trotsky,  Carlos Marx, así como Thomas Mann, Stefan Sweig,  Lenin, Ernest Hemingway, entre otros, a los que se acusó de promover ideas contrarias al nazismo,  y se decidió la quema, como si con eso se pudieran desaparecer las ideas.

En la novela  distópica Fahrenheit 451,  el escritor estadounidense Ray Bradbury, nos pintó una sociedad en la que el  gobierno castiga la posesión de libros y los bomberos se dedican a quemar bibliotecas.

Se  decidió la quema de libros, porque estos eran los causantes de toda clase de problemas en las personas.

Ante la violencia oficial, surge un club en el que sus integrantes se aprenden de memoria, letra por letra, los libros clásicos para preservar su  recuerdo, en espera de tiempos  mejores.

San Juan Chamula es un pueblo  fanatizado por la religión. En la  iglesia del pueblo no se permite tomar  fotos del interior y se han dado casos de linchamientos cuando se descubre a un despistado turista tomando fotos.

El fanatismo religioso siempre ha sido dañino. En la década de los años sesentas  del siglo pasado, en el pueblo de San Miguel Canoa, en Puebla, un cura incitó el linchamiento de un  grupo de jóvenes que  llegaron al pueblo para escalar la montaña y el clérigo los acusó de comunistas, el mismo cargo que invocaron el domingo en San Juan Chamula.

Cuando  hoy leemos sobre el senador Joseph McCarthy y su persecución de los comunistas en la mitad del siglo XX en los Estados Unidos, nos parece  obra de la ficción y sin embargo,  fue real.

El comunismo ha  dejado de ser un fantasma recorriendo el mundo, como lo escribió Marx en su Manifiesto Comunista. No es una ideología terminada, como tampoco lo son los alquimistas. Siempre  habrá románticos en el mundo. O chiflados. Cuestión de opiniones.

Si al  fanatismo se  une la  politización de los  libros de texto por parte de los adversarios de la 4T, es una mala combinación.

Los errores de los libros de texto los corregirán los maestros en el aula, así ha sido siempre y lo seguirá siendo.

Pero además, no es durante le educación básica, en donde se va a cimentar la madurez intelectual de un individuo. Para eso hay que leer  y entre más se lea, mejor.

Hoy vivimos en una época en que cada día se lee menos. Desde hace varias décadas la media nacional son  tres libros al  año. Y eso es un decir, hay quienes ni un libro leen.

A un servidor le da risa escuchar a “escritores” que sin rubor confiesan  que leen  cuatro o cinco libros al mes. Harían mejor en quedarse callados.

En otro tema, con una bolsa de más de mil millones de pesos, el gobernador Américo Villarreal Anaya  dio inicio al programa Impulso, mediante el cual se otorgan créditos a las micro, pequeñas  y medianas empresas.

Este programa es respaldado por Nacional Financiera.

El  mandatario recorrió los stands que se instalaron en Ciudad Victoria como arranque del programa y  agradeció al Presidente Andrés Manuel López Obrador por  apoyar estas acciones.

De manera simbólica entregó cheques por 8 millones 885 mil pesos a los primeros   beneficiados de un paquete de 400 de municipios como Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa, Río Bravo, Miguel Alemán, Victoria, San Carlos, Gómez Farías, El Mante, San  Fernando, Aldama, Altamira, Madero, entre otros.

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