La UAT; nudo ciego.
Evaristo Benítez Castro.
Desde hace varias semanas (¿meses?) la catedrática de la UAT Luisa Alvarez Cervantes no ha ocultado y sí difundido al máximo por las redes sociales, expresiones de repudio a las actuales autoridades rectorales y señalamientos negativos hacia no pocos dirigentes de planteles educativos uateños; teniendo razón en ambas denuncias vamos a intentar darle contexto a dichas expresiones, ciertamente con doble filo y con el verdadero interés OCULTO.
En principio desde los años setentas y consolidado en los ochentas con vigencia a la fecha, la oficina de prensa de la UAT ha ejercido una poderosa influencia permeando los contenidos negativos en los medios de comunicación regionales y creando una imagen universitaria de excelencia:no conozco un sólo editor que rechace los atractivos convenios comerciales (oficiales y extraoficiales) que ofrece la UAT.
Desafortunadamente la realidad se impone aún en contra de nuestra voluntad, interés o deseos; en el año 2022 la matricula de la UAT está en sus niveles históricos más bajos de las últimas dos décadas; en algunas facultades de hecho se han cerrado carreras debido a su baja demanda estudiantil.
Quienes somos abuelos (además de curiosos), vivimos en Tamaulipas y tenemos nietos en edad universitaria, podemos constatar las anteriores afirmaciones; de cada diez parejas de abuelos, ocho me afirmaron que sus hijos (as) han optado por hacer un sacrificio económico y esforzarse para enviar a esos hijos (nuestros nietos), a planteles de educación superior de Nuevo León, San Luis Potosí e incluso de la Ciudad de México.
Con el agregado de que nuestros hijos (ahora padres y madres) estudiaron en la UAT y por tanto tienen una visión cien por ciento REAL de las actuales condiciones académicas y políticas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Algunos observadores tenemos claro que desde inicios de los ochentas la UAT comenzó su rápido proceso de descomposición académica y política que la tiene hasta la fecha sufriendo una larga agonía y que desde luego es más grave en unas facultades que en otras.
Recuerdo con nitidez que durante los rectorados de Jesús Lavín Flores (más de ocho años), José Manuel Adame Mier (otros ocho años) y en menor proporción durante los doce años del rectorado de Humberto Filizola Haces, las expulsiones de maestros y alumnos «conflictivos» fueron el pan de cada día en los entonces 23 planteles educativos.
Por ejemplo en la facultad de MVZ ubicada en la capital del estado, en el año de 1980 fue su primera catarsis académica pues «corrieron» en una sola acción (entre el rector y el director en turno) a más de treinta catedráticos, que se oponían a elegir a un director de plantel que tenía un año como profesor; finalmente el mal triunfó y desde entonces dicha facultad cada tres o cuatro años sufre una depuración y sangría académica para imponer al director en turno.
El mismo fenómeno de control político antidemocrático (a huevo como atinadamente dice Luisa Alvarez Cervantes) se repite en TODOS los demás planteles de la entidad, variando únicamente sus matices; por la buena o por la mala.
Tenemos registrada la fecha de 1978-79, cuando comenzó la bonanza material en la UAT; los presidentes Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo fueron extraordinariamente generosos ampliando los presupuestos universitarios en el país.
En la UAT inicio con toda claridad la corrupción pues los recursos materiales en abundancia siempre desatan las ambiciones y las pasiones por el dinero fácil.
Pagos adicionales a «investigadores» que nada investigan, recursos adicionales para «crear» nuevas tecnologías, plazas docentes (de tiempo completo, medio tiempo y horario libre) para los amigos y amigas, etcétera: se vuelven las elecciones internas en la UAT una verdadera lucha en la selva y sobrevive el más mañoso y menos escrupuloso.
Cuando hay un nuevo gobernador constitucional en Tamaulipas finalmente éste decide pactar con el Rector en turno siempre que lleguen a un entendimiento político-material.
Fue Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba el que como gobernador instrumentó el mecanismo para el amasiato político con la UAT. Al final lo más importante es que el gobernador correspondiente tenga acceso rápido a algo así como mil millones de pesos de las cuentas de la UAT y que un Rector «rebelde» podría impedir y /o complicar.
Seguramente cada gobernador de Tamaulipas en el momento mismo de asumir su mandato constitucional y al ser enterado de la REALIDAD uateña (desde TJYR a la fecha) se pregunta…..
¿Vale la pena arriesgar ésta endeble estabilidad política cambiando radicalmente la actual estructura viciada de la UAT?.
¿Espero mejores tiempos para que consolidado mi gobierno pueda operar ese cambio, con los menores contratiempos?.
¿Dejo pasar el asunto siempre que no se me indiscipline el Rector en turno, o negocio para que acepte renunciar al máximo cargo universitario y apoye a mi propio candidato?.
Creo que antes del mes de febrero del 2023 veremos la respuesta del gobernador de Tamaulipas; por lo pronto el nudo ciego que es la UAT seguirá sin poder ser destrabado.
Mi estado demencial me dice que las cosas seguirán igual y que los padres y madres de familia clase medieros de Tamaulipas seguirán enviando a sus hijos a planteles educativos de Nuevo León.
No aprecio voluntad política desde la presidencia de la república misma para meter al orden a la educación pública superior del país
pues la única obsesión del presidente AMLO es…..
¡Ganar elecciones!!!. Y en eso aplica sus mayores esfuerzos.
Cd. Victoria Tamaulipas. Miércoles 30 de Noviembre de 2022. Evaristo Benítez Castro en Faena en Canal.