En Voz Alta

La última llamada

Gastón Monge/2446

•          Viene AMLO a N. Laredo a inaugurar una obra inconclusa

•          Carmen Lilia debe recibir al presidente

•          Américo Villarreal da confianza al NadBank

•          ¿Transformación a modo?

El presidente López Obrador estará en Nuevo Laredo el 21 de septiembre, y según dice, será para inaugurar la Agencia Nacional de Aduanas de México (Anam), una obra que por su envergadura destaca entre todas las obras de este sexenio, pero desafortunadamente, solo será inaugurado un esqueleto porque no iniciará operaciones ni estará terminada.

La Anam tiene una vital importancia no solo para Nuevo Laredo y Tamaulipas, sino para todo el país, por ser la aduana por la que se comercian más mercancías con Estados Unidos que cualquier otra aduana en el país, al representar el 42% aproximado de todas las operaciones que se realizan a nivel nacional.

La nueva Aduana estratégicamente se ubica en un punto geográfico, político y de logística en materia de seguridad porque ahí estará una de las bases militares más importantes de la frontera norte.

Sin embargo, el tiempo le fallará a López Obrador porque al igual que Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto Felipe Ángeles, se construye desfasada y con un altísimo presupuesto que nunca se dará a conocer porque con las reformas que ya hizo el presidente, por su carácter de Seguridad Nacional, no serán revelados ni los contratos, ni la inversión, ni el proyecto original, ni quiénes son los contratistas.

Estas obras se encuentran desfasadas en cuanto a lo invertido, y aunque diga el presidente que fueron construidas con los ‘ahorros’ de su gobierno como Dos Bocas (16mmdd), la ficción supera a la realidad, y la mentira a la verdad.

Pero bueno, el 21 de septiembre visitará otra vez nuestra ciudad uno de los peores presidentes de México, el que más le ha fallado a los mexicanos al no cumplir con la mayoría de sus compromisos y de sus promesas, por no haber abatido la inseguridad ni la pobreza, entre otros muchos asegunes, aunque él seguramente tiene otros datos.

Y aunque nadie duda que su popularidad está por encima del 60 por ciento entre los mexicanos, no necesariamente la popularidad tiene que estar emparentada con la eficacia, ya que su displicencia ante un sector de la sociedad ha sido su sello durante su sexenio.

Así ha sido desde el 2018 con su desdén con la prensa crítica, con su  apatía en la solución de algunos problemas de corte nacional, su desprecio contra lo que no le agrade, y su indiferencia ante tanta inseguridad que lacera la moral y la integridad de quienes han perdido un familiar.

Al haber fracasado su programa de salud con un recorte de 20 mil millones de pesos que estaban destinados a la vacunación, no solo le quedó mal a los mexicanos, también al sistema nacional de salud con el fracaso del proyecto Imss/Solidaridad y su mentado sistema de salud igual al de Dinamarca.

Durante la que será su última visita como presidente a esta frontera esperemos que invite a la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas y que no le haga el desaire que le hizo en su visita anterior, porque como primera autoridad merece ser tomada en cuenta porque ha sido y sigue siendo gestora ante el gobierno federal para la asignación de recursos, de obras, de proyectos y de programas que se vinculen con el municipio para un mejor desarrollo y crecimiento.

Pero quien sí estará es el gobernador Américo Villarreal, a quien el mandatario nacional le tiene mucha estima por su tenacidad en conseguir del gobierno federal recursos para obras de vital importancia para el desarrollo de la entidad, y una muestra es el arribo de un millón 600 mil turistas a los diferente destinos recreativos, los que han dejado una derrama económica cercana a los mil 500 millones de pesos, además de una inversión de 23 millones de dólares en Reynosa con la instalación de una importante empresa.

Sin duda el impulso que le está dando el gobernador a proyectos estratégicos vinculados al desarrollo de la entidad es motivo para que organismos internacionales como el NadBank se fijen en su trabajo, y dispongan recursos en algunas áreas prioritarias para el gobierno estatal, como son las de energía, recursos hidráulicos, movilidad y desarrollo urbano, según lo dio a conocer este día durante la reunión que sostuvo  con su equipo de trabajo en esas áreas.

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En Nuevo Laredo el gobierno municipal realiza obras importantes de vialidad, de drenaje pluvial, de instalación de luminarias en colonias conflictivas, de pavimentación con recursos obtenidos del Repuve, todas obras que serán importantes para la ciudad y para la vida de miles de familias, todo sumado en un proceso integral de transformación para el desarrollo.

Del programa federal para la regularización de vehículos extranjeros, Repuve, se obtuvieron recursos por tres millones 923 mil 572 pesos, dinero que será destinado a tres proyectos de recarpeteo y repavimentación en varias colonias, con lo que dijo la funcionaria se logrará la transformación de esas colonias y por ende, de quienes habitan en ellas.

Pero…¿qué es un proceso de transformación en una sociedad tan disímil como la de esta ciudad tan llena de contrastes?

Si se toma en cuenta que transformar es cambiar o modificar algún aspecto de la sociedad, adaptándola a nuevos patrones sociales, culturales, educativos, de servicios y empresariales, lo que ocurre en esta ciudad con la aplicación de dicho concepto, es pretender adaptar el actual modelo social a un nuevo modelo implementado e impuesto por un grupo dominante que ostenta el poder y es hegemónico a través de un partido político. 

Pero transformar no es solo cambiar algo que ya existe por algo nuevo, o reconstruir lo que ya existe en algo mejor, porque si se trata de una sociedad, es  mejorar lo que ya existe, y no cambiarlo por algo diferente, sino tomar como base lo que ya existe para convertirlo en algo de mayor utilidad para la sociedad.

De llegar a este punto se estaría conformando una sociedad integral en un espacio en el que todos los actores sociales contribuyan para su bienestar, porque es la sociedad y no los gobiernos ni mucho menos los gobernantes, la responsable del éxito o del fracaso en la búsqueda del bienestar social.

Una sociedad integral es aquella que cuenta con un enfoque no solo revolucionario, sino también evolucionario, una sociedad en la que todos los individuos estén interconectados, en donde aprendan a no ser dependientes de otros sino a competir para lograr el mejoramiento y el bienestar colectivo, dando lugar a una sociedad más responsable, menos dependiente y más co-participativa en la toma de decisiones.

¿Estaremos llegando a este nivel en Nuevo Laredo? Haga usted amigo lector su propio análisis.

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Hasta mañana

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