En Voz Alta

El Magisterio de Arnulfo

¿O de Tartufo?

Gastón Monge/2197

Luego de dos semanas de protestas, inconformidades, incomodidades y suspensión de clases en la mayoría de las escuelas de educación básica de la entidad, los maestros que apoyaron los intereses del cacique magisterial de Tamaulipas, Arnulfo Rodríguez Treviño, levantaron el mega plantón, pero aún no regresan a las aulas, que es en donde deben estar y de donde nunca debieron salir.

Pero el mañoso dirigente sempiterno atrasó hasta donde quiso las negociaciones con las autoridades del estado, y obligó al gobernador Américo Villarreal para que ventilara este espinoso asunto en la capital del país con el mismo presidente de la República y con la secretaría de gobernación, Luisa María Alcade.

Pero este asunto debió haberse ventilado y resuelto en Tamaulipas y no en la ciudad de México, lo que demuestra que Arnulfo no solo es un gran negociador y que el gobernador carece del suficiente temple como para detener un movimiento que afecta uno de los elementos más importantes para el desarrollo de la entidad, que es el educativo, es decir, el futuro de Tamaulipas.

Y aunque Arnulfo se salió con la suya al negociar a su favor la mayoría de las 22 demandas solicitadas, entre ellas la destitución de la titular de educación en la entidad, Lucía Aimé Castillo, es muy probable que en los próximos días o semanas esta funcionaria deje el cargo por motivos de salud o personales, condición tal vez, exigida al gobernador para evitar que la protesta subiera de tono con peligrosas infiltraciones para romper o para fortalecer este movimiento justo en sus demandas pero injusto en su forma.

Y es que este movimiento mostró el verdadero rostro de un magisterio sumamente dividido y desgastado, integrado por maestros de diversas corrientes que giran en torno a una serie de intereses bien capitalizados por Arnulfo Rodríguez, que permitieron visualizar una serie de intereses poco relacionados con la educación y sí muy vinculados con la política y el proceso electoral que inició el lunes de esta semana.

La duda de si fueron las bases las que decidieron iniciar y consecuentemente levantar este plantón, o fueron sus dirigentes y líderes de las diferentes coordinaciones educativas quienes lo promovieron, no se sabe a ciencia cierta, aunque lo que tampoco se sabe es si las bases del magisterio decidan el futuro de la educación en Tamaulipas, o serán nuevamente los dirigentes y los líderes.

Vista de manera fría y analítica, esta obra de teatro realizada de manera magistral por Arnulfo y sus seguidores tiene cierta semejanza con la obra del dramaturgo y poeta francés Jean-Baptiste Poquelin, menor conocido como Moliere, creador del teatro francés de su época, en el que representaba como Tartufo a personajes falsos, hipócritas y mentirosos, que hasta la fecha el término es utilizado de manera frecuente para describir a ciertos personajes con esas características.

Al igual que el Tartufo de Moliere, Arnulfo se desenvuelve con desparpajo tanto en lo político como en lo educativo, como un personaje influyente que busca a toda costa quedarse con todo lo que exige.

Arnulfo es una representación paralela al Tartufo el impostor que Moliere dio vida para criticar la hipocresía de su época con un personaje que actualmente ya es utilizado por la real Academia española para definir a personas  hipócritas y falsas. Saque usted sus conclusiones amigo lector.

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Hasta mañana

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