-De ser de izquierda se alió a la derecha
-El 22 de enero, plazo para renovar credencial de elector
-Políticos que comen tacos en la calle, a nadie engañan
Tiempo de opinar.
Raúl Hernández Moreno.
Hubo un tiempo en que el PRD de Nuevo Laredo era opositor, aguerrido, tenaz, que salía a la calle a protestar, lo mismo por el alza en las tarifas de luz, por la falta de agua en alguna colonia, en demanda de terrenos baratos para las familias, por una y mil razones.
Con Víctor Martell y José Ángel Valdez Reyna, el PRD hizo mucho ruido en las décadas de los noventas del siglo XX y en la primera del siglo XXI. Luego la tradición la continuaron Francisco Chavira y Jorge Vargas, que llegaron a la dirigencia estatal.
Martell y Valdez eran audaces, novedosos, punzantes en sus críticas, especialmente el primero, pero el segundo no se quedaba atrás. No rehuían el debate. Al contrario, lo alentaban, lo buscaban, lo ansiaban.
Pero después del 2016 todo cambio. El PRD se vino en picada a nivel nacional, estatal y municipal y hoy se encuentra en lo que Víctor Martell llamaría “muerto insepulto”.
Los pleitos entre las tribus acabaron con el partido y ya no tiene remedio. De ser un partido de izquierda, se convirtió en aliado de la derecha. Se prostituyó y no precisamente por una buena tajada.
El PRD ya no se levanta de manera individual. Está condenado a sobrevivir a costillas de otros partidos, lo que le ayuda a no preocuparse en conseguir dinero para la campaña, a no preocuparse por pagar a representantes de casilla, a no preocuparse por contratar activistas y sobre todo, a no preocuparse por conseguir candidatos.
Por otra parte, el 22 de enero es la fecha límite para renovar la credencial de elector. Después de ese día se podrá reponer, pero con el domicilio y datos que aparecen en la tarjeta.
Los jóvenes que cumplen 18 años incluso el 2 de junio del 2024, ya pueden inscribirse en el padrón electoral.
Así pues, si usted está interesado en participar en la elección del próximo año, está en tiempo de poner en orden su credencial de elector.
Por otra parte, en pleno proceso de precampañas, no tardan en aparecer en las redes sociales fotografías de aspirantes a candidatos comiendo en puestos callejeros, tacos insalubres de 3 por 20 pesos, para fingir que son buena onda.
Creen los aprendices de políticos que con esas fotos engañan a los ciudadanos haciendo creer que son gentes sencillas, igual a cualquier otra persona, pero en realidad a nadie engañan.
Harían mejor en mostrarse como son. El diputado federal Gerardo Fernández Noroña acaba de subir fotos de sus vacaciones en Italia y sus opositores se le echaron encima, pero igual hubieran hecho si sube fotos en Coyoacán, Tepoztlán o en Dolores Hidalgo. La cosa es joder y de paso mostrar un poco de resentimiento por no poder ir ellos a Italia.
Los publirrelacionistas que asesoran a los aprendices a políticos deben recomendarles que se abstengan de fingir lo que no son. Es más, si suben fotos comiendo en el Pujol o el Quintonil pueden alentar a sus amigos y conocidos a intentar hacer un esfuerzo por imitarlos. Es mejor eso, a comer tacos grasosos cuyo consumo puede afectar la salud.
El que tenga dinero que lo use para ser feliz y el que no tiene, pues ni modo.