general de la sección 30 del SNTE
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Raúl Hernández Moreno
No nos equivocamos, cuando escribimos, y además dijimos en el radio, que Arnulfo Rodríguez Treviño tenía amplias posibilidades de ganar las elecciones internas de la sección 30 del SNTE, con todo y que Abelardo Ibarra se dijese el “candidato oficial”.
Abelardo fue una copia mal hecha de César Verástegui y de Rodolfo González. Como si los promotores de Verástegui y de González fuesen los mismos de Abelardo, no solo se le presentó como el candidato oficial, también se quiso vender la idea de que estaba arriba en las encuestas. Todavía el miércoles y jueves, columnistas de todo Estado daban por cierto que Abelardo ganaría y que Arnulfo quedaría en el tercer lugar, basados en encuestas fantasmas. Fue la misma estrategia de Verástegui y de Rodolfo González.
Hoy, como en el 2007, la primera vez que resultó electo secretario general para el periodo 2007-2012, Arnulfo demostró su temple, pues en las dos ocasiones compitió no siendo el candidato oficial. Y a falta de apoyo institucional, le apostó a las simpatías de sus compañeros maestros que confiaron en él.
La primera vez que dirigió al SNTE, Arnulfo consiguió que a los maestros tamaulipecos se les autorizara recibir tres meses de aguinaldo, logro sindical que el magisterio no olvida. Eso, además de que ayudó a muchísimos maestros a conseguir plazas y a otros recomendó para que fuesen funcionarios, le permitió en su momento festejar su cumpleaños con la presencia de 20 mil invitados. De ese tamaño eran las querencias.
Tampoco fue casualidad que cuando Arnulfo fue candidato a senador en el 2012. Por el PANAL, obtuvo 104 448 votos.
Aquí en Nuevo Laredo hubo una nutrida participación de maestros activos y jubilados, además de personal administrativo, lo que permitió que Arnulfo Rodríguez Treviño arrasara en las elecciones.
En esta ciudad, se tuvo una participación de 4 023 votos, de los que Arnulfo obtuvo 2,607; Abelardo Ibarra, 1 180; y Naif Hamscho, 236.
Haberse jactado de que era el candidato oficial lejos de ayudarle a Abelardo Ibarra, le afecto. A los maestros no les gusto su soberbia y que encima se promoviese una campaña de intimidación para inducir el voto a su favor.
Para el recién estrenado gobernador Américo Villarreal el proceso interno del SNTE le deja la experiencia de que no vale la pena sudar calenturas ajenas. A final de cuentas quien ganara las elecciones internas, estaba obligado a trabajar de la mano del gobierno del estado. Y más tratándose de un personaje institucional como Arnulfo Rodríguez que colaborara con las autoridades estatales para que haya un trato cordial y de respeto.
A reserva de que en las próximas horas se oficialicen los resultados definitivos, Arnulfo le sacó una ventaja de dos mil votos al segundo lugar.
Poco antes de las cinco de la tarde se filtró el dato de que el líder nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, le habló a su celular para felicitarlo por el ser virtual ganador.
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