-En Nuevo Laredo lluvia obligó a suspenderlo
-Acciones de beneficio a las mascotas
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Raúl Hernández Moreno
La tormenta que azotó a Nuevo Laredo la noche del viernes 15, obligó a suspender la ceremonia del grito, con todo y show musical. Y no era para menos, llovió a cantaros por lo menos 40 minutos.
Al final, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas tuvo que dar el grito, bajo el techo de la planta baja del Palacio Federal, obra construida, por cierto, durante el sexenio del Presidente Lázaro Cárdenas.
En cambio, en Ciudad Victoria, el gobernador Américo Villarreal dio el grito en un evento que reunió a varios miles de asistentes, a los que el gobernador y su esposa, repartieron platillos de comida, lo que nunca antes se había visto.
Es el primer “grito” que encabeza Américo. El año pasado, aunque era gobernador electo, el patán de Cabeza de Vaca no tuvo la decencia de invitarlo, aunque el que sí lo hizo fue el alcalde de Victoria, Eduardo Gattas, que realizó su ceremonia en el edificio de la presidencia municipal.
La ceremonia del grito tiene un sabor especial para los mexicanos. Es motivo de fiesta, para recordar nuestras raíces, desde los héroes, el mariachi, los chiles en nogada, el tequila, los cohetones, los bailables regionales.
Con todo y eso, creo que ya es hora de que se someta a debate nacional si se debe celebrar la independencia el 16 de septiembre, que es cuando realmente el cura Miguel Hidalgo lo dio, entre cinco y seis de la mañana.
Lo del grito a las once del 15, fue una invención de Porfirio Díaz, para que coincidiera con su cumpleaños.
También es conveniente revalorar si se debe festejar la independencia el 16 de septiembre, que fue cuando inició la revolución de Hidalgo, en 1810, o si se debe festejar el 27 de septiembre de 1821, que fue cuando se conquistó la independencia y que, por cierto, Agustín de Iturbide atrasó su entrada a la Ciudad de México para que coincidiera con el 27 de septiembre, día de su cumpleaños.
Si Hidalgo era un bribón, dicho por Ignacio Allende, quien intentó asesinarlo, envenenándolo, para que no le siguiera haciendo daño al movimiento armado, don Agustín era un raterazo, cruel, vengativo, sanguinario, un auténtico hijo… pero fue el que consumó la independencia, para lo cual lo seleccionó el cura Matías de Monteaguado, durante las sesiones secretas en el templo de La Profesa.
Fue un plan que, valga la redundancia, se planeó durante meses y mediante el cual los que durante 10 años se opusieron a la independencia, de pronto se declararon revolucionarios para que la Nueva España no estuviera obligada a seguir la Constitución de Cádiz, que venía muy liberal.
Así se consumó la independencia, que permitió que todo siguiera igual para los hacendados y para la iglesia, hasta que llegó, primero Valentín Gómez Farías en 1833 y luego don Benito Juárez, en 1858, pero esa es otra historia.
En otro tema, más de 200 perros y gatos que se encontraban viviendo en pésimas condiciones, han sido rescatados por el Programa de Rescate que implementó el gobierno de la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas.
La administración municipal ha mostrado gran sensibilidad social al rescatar y entregar animalitos que sufrían de abandono y maltrato físico.
También se realizan campañas veterinarias en las se prestan servicios básicos a las mascotas.
Solo los que tiene mascotas en sus casas, saben la importancia de estas acciones en beneficio de los animalitos.
No todo mundo está en condiciones económicas de poder llevar a sus mascotas a un veterinario, por lo que estas campañas veterinarias se agradecen.