-Error pueril
-Carmen Lilia entrega prepa a la UAT
-Se invirtieron 106 millones de pesos
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Raúl Hernández Moreno
22-octubre-2024
Por soberbio, y torpe, al alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattas, se le hizo bolas el engrudo y en su pleito con su cabildo ha quedado como un enorme soquete.
Por no haber dialogado con el cuerpo edilicio e imponer por los suyos al secretario del Ayuntamiento, Tesorero, Contralor y titular de Obras Públicas, sin el aval de los regidores, estos lo denunciaron ante el Congreso.
Gattas va a tener que presentar ternas para los cuatro cargos citados y a diferencia de lo que siempre ocurre, en que un nombre va en el lugar número uno de la lista, en el dos y en el tres, ahora el cabildo decidirá y escogerá a los que considere más aptos. Salvo que Gattas se decida a negociar con ellos y consiga un buen arreglo que le permita sacar adelante los nombramientos que quiere.
Fuera de estos cuatro nombramientos, el alcalde está facultado para designar al resto de los funcionarios, pero es conveniente negociar con los ediles para obtener su apoyo, a cambio de ciertas canonjías.
Es cierto que Gattas es el alcalde, que la gente votó por él de manera directa, pero juntos los síndicos y regidores son más fuertes que el presidente municipal, por eso se requieren los acuerdos previos.
Gattas tiene a Ciudad Victoria muy descuidada. Ganó no por popular, sino por la marca Morena. No debió ser reelecto.
Si Gattas no pacta con el cabildo, éste lo puede bloquear en su ejercicio administrativo. Pero no hay que hacer olas. Gattas tiene el respaldo del Congreso y de Morena, y estos van a terminar convenciendo a los síndicos y regidores para que armonicen criterios.
Lo que ocurrió en Victoria, es un error de kínder garden y exhibe a Gattas en su enorme torpeza y vanidad. Esperemos que el susto sirva para que se decida, por primera vez, a actuar con responsabilidad y haga de Victoria la capital que todos los tamaulipecos quisiéramos.
Aquí en Nuevo Laredo, a lo largo de las últimas décadas se han presentado tres casos en los que el cabildo chocó con el alcalde en turno, pero las partes negociaron y se arreglaron las diferencias.
Con Arturo Cortés Villada, 1990-1992, hubo choque de trenes cuando el alcalde intentó remover al profesor Pedro Pérez Ibarra como titular de la junta de administración de la Comapa y los regidores de la CTM hicieron alianza con los del PARM y de otros sectores del PRI, y en votación se impusieron al alcalde.
Con Horacio Garza, 1999-2001, los regidores de oposición, junto con algunos del PRI, impidieron que fueran desalojados comerciantes instalados en la plaza México, a los que previamente se les había dado autorización, el alcalde se inconformó y quiso quitarlos por la fuerza, pero perdió en la votación, algo así como 12 a 11.
En otra ocasión, la oposición quiso remover al jefe de policía y la facción afín a Horacio lo mantuvo, con 12 a 11 votos.
A Benjamín Galván, 2010-2013, 12 regidores quisieron removerlo, pero no encontraron apoyo en el gobernador Egidio Torre, que lo sostuvo.
Por otra parte, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas entregó a la UAT la nueva preparatoria del sur, en la que se invirtieron 106 millones de pesos y permitirá atender a 3 mil 600 alumnos.
El inmueble ocupa un terreno de 83 mil metros.
La importancia de entregar la prepa a la UAT para que la maneje, garantiza una mejor calidad educativa, tan necesaria para que los alumnos egresados lleguen mejor preparados a las universidades.
Desde que se construyó la primera prepa, en el trienio de Carlos Canturosas, debió entregarse a la UAT, para que la operara. Nunca es tarde para corregir.