El jodido no tiene vocero.
Evaristo Benítez Castro.
Y no crea usted que sólo se trata de los asuntos políticos o del servicio público; incluso en charlas de café podrá notar la certeza de mi afirmación: nadie defiende a un indigente o simplemente a otro cristiano que carezca de recursos materiales, espirituales o mixtos y por tanto que nada pueda dar a cambio de la publicidad.
Quienes tenemos tiempo de sobra para revisar redes sociales y medios de comunicación tradicionales (impresos, radiales o televisivos), hemos visto con sorpresa que en su gran mayoría tienen a los políticos y servidores públicos SOLVENTES, como tema central de sus análisis, comentarios o simplemente conjeturas favorables, que exaltan las virtudes (reales o casi siempre imaginarias) de sus respectivas personas.
Incluso de instituciones y sus representantes legales; como gobiernos, partidos políticos, servidores públicos; todos ellos son clientela que tienen una característica en común: cada uno puede pagar los servicios de un vocero que INTENTE introducirlo positivamente en el ánimo popular; o que intente sembrar aspectos negativos de otros.
En Tamaulipas son no más de 20 ayuntamientos que se pueden dar el lujo de apoyarse en un vocero fuera de su núcleo burocrático; la UAT, el gobierno estatal y algunas dependencias federales hacen lo propio y no mas de tres partidos políticos pueden financiar a sus propios voceros «libres».
El vocero libre y profesional tiene como mística el billete; podría darle un valor agregado el simpatizar con su «cliente» e incluso tener complicidades ideológicas, pero será el volumen de la moneda ofrecida lo que determinará la pasión y el coraje impresos a su vocería.
O acaso…..
¿Ha sabido usted de voceros de los alcaldes de Palmillas, Bustamante, Miquihuana, Cruillas, Méndez y otros municipios de similar grado de marginación socio económica en Tamaulipas?.
O voceros de la población de la Colonia Pepenadores, Casas Blancas y centenas más que batallando para comer tres veces al día a sus pobladores les es imposible financiar a su propio vocero.
Parece que el planteamiento de hoy es claro como el agua de «La Peñita» de la capital de Tamaulipas; las vocerías de los compañeritos en el ejercicio libre de su actividad sólo son accesibles con la llave mágica:
¿De que cantidad estamos hablando… para medir el tamaño, el destinatario y la ubicación de mi análisis?.
Lo que es arriba es abajo; desde la presidencia de la república hasta la organización de su célula básica (el municipio) pasando por los órganos autónomos del Estado mexicano son materia para negociar vocerías.
En contraparte podría usted amable lector argumentar que los voceros de los que hablamos son fácilmente detectables y carecen de credibilidad entre la ciudadanía, en tanto que sus análisis y comentarios son de plano fuera de la realidad objetiva o claramente tergiversados.
Aún siendo ésto cierto, la gran mayoría de los ciudadanos PROMEDIO que reciben la información manipulada por el vocero de referencia…,
La reciben como verdadera pues pocas opciones tienen para contrastarla con otras fuentes de información; o mas confiables o simplemente DISTINTAS.
Pero es lo que tenemos; antes de concluir debemos de ubicar a los actuales tiempos electorales como mas propicios y estimulantes para el vocero libre; en teoría hay mas dinero circulando y por tanto abunda la clientela.
Siempre será mas generoso el patrón eventual que gasta en vocería el dinero ajeno bajo su custodia constitucional, que el político que quiere ser candidato pero gasta de su propio dinero.
¡El que esté libre de pecado que le ponga nombre y que tire la primera piedra!!!!.
Cd. Victoria Tamaulipas. Jueves 16 de Noviembre de 2023. Evaristo Benítez Castro en Faena en Canal.