Cabeza controla al PRI

-Pero no a Eugenio Hernández

-Le faltan operadores a Américo

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Raúl Hernández Moreno

Que el PAN y el PRI vayan en alianza, no significa que el próximo año veamos juntos a Eugenio Hernández y Francisco Cabeza de Vaca, con todo y que éste último haya  impuesto a Carlos Solís en el PRI.

Por más  pragmático que sea un político, se necesitaría no tener nadita de dignidad para  perdonar y apoyar a quien de manera siniestra te mandó  casi seis años a la cárcel.

Perdona, pero nunca olvides. Con esa frase cierra su libro sobre el holocausto nazi  el escritor Gerald Greene. Pero además, Cabeza hace política porque sabe que su libertad está en  juego, en tanto que Eugenio  sabe que si hace política pondría en riesgo su libertad, que  hoy goza después de casi seis años encerrado injustamente, por una venganza.

El priismo tamaulipeco seguirá sometido a Cabeza de Vaca por lo menos  hasta el 2024. Si nada consigue el cabecismo, el PRI le  dará una patada en el trasero, pero si Cabeza consigue la reelección del inútil de su hermanito, la de Gerardo Peña, además de una senaduría para él, una diputación federal  para Luis René Cantú, entre  otras cosas, entonces sí el priismo tamaulipeco seguirá con el ex gobernador, aferrado a un chorro de agua.

En fin.

En otro tema, andan bravo los de Morena en el Congreso. La semana pasada, Morena aprovechó que controla la Comisión Permanente para despedir al Fiscal Anticorrupción, Raúl Ramírez  y el pasado lunes, acordó que no  se necesita el aval de los ayuntamientos para determinadas  reformas legales, medida que el PAN aprobó cuando era mayoría en el Congreso y en los Municipios.

Morena está actuando de la misma manera que lo  hizo el PAN cuando era mayoría en el Congreso y de la misma  manera que lo hacía el PRI cuando era el partido mayoritario.

Cuando estén en el poder, todos  los partidos son lo mismo. La historia se viene reciclando desde siempre.

Lo que no entendemos es que si Morena es igual que el PAN y el PRI, ¿por qué se  tarda tanto en despedir al fiscal Irving Barrios y al Auditor Superior, Jorge Espino? 

El poder es para  ejercerse.

Al gobernador Américo Villarreal le están   fallando sus operadores políticos, si es que los  hay, porque ya vimos en el conflicto magisterial que no los hubo, pues ni Lucía Aime ni Héctor Villegas tuvieron capacidad para detectar la bomba y desactivarla.

La bomba tronó  y  fue necesaria  la intervención  del gobierno  federal para sofocar el incendio.

La falta de operatividad también se vio en el caso de Blanca Valles. Se reformó la ley para  sacarla de la dirigencia,  la obligaron  a participar en una elección democrática y ganó de calle y ahí seguirá  hasta el infinito y más allá,   hasta que la muerte la alcance. ¿Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?

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