C R O N I C A S P O L I T I C A S
Por Alberto Guerra Salazar
CIUDAD VICTORIA, (ASI).— El lunes se cumplieron 14 años del asesinato de Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, dos veces presidente municipal de Río Bravo, ex diputado local, ex diputado federal, ex Senador de la República, aunque ésto sólo por unas cuantas semanas.
Guajardo fue un brillante político fronterizo cuya vida fue truncada por delincuentes que no le perdonaron que los combatiera desde diferentes trincheras, apoyándose en sus relaciones con militares de alta graduación.
“La gente hace al partido”, decía con modestia, para no decir “uno hace al partido”, como lo demostró él mismo pues conquistó el poder a través de tres partidos diferentes, el PAN, PRD y PT, consecutivamente.
Juan Antonio fue uno de esos atípicos políticos cuyo carisma los hace ídolos de la gente aún sin proponérselo. No era un tribuno de altos vuelos, pero tenía un encanto personal que cautivaba a multitudes.
Su primera incursión en la política fue por accidente. No le gustó a Guajardo ni a su grupo de amigos con los que se reunía habitualmente en el café “San José”, propiedad de su cuñado Bernardo Gómez Villagómez, el candidato del PRI a presidente municipal.
Se pusieron de acuerdo y decidieron postular como adversario a uno de los suyos, sólo como travesura, para fastidiar la campaña de proselitismo oficial. Sin embargo, dos imprevistos hicieron radicalizar los planes.
El PRD no aceptó prestar sus siglas, y el candidato original, cuyo nombre nos reservamos por no tener su anuencia para revelarlo, se retractó por quítame estas pajas. Guajardo Anzaldúa decidió tomarse en serio el asunto y se registró él mismo como candidato, con el auspicio del PAN.
Y contra todos los pronósticos, Guajardo y su compañero de fórmula, Yehudé López Reyna, ganaron las elecciones constitucionales, iniciando así una vertiginosa carrera política. Era el año 1992.
Con el paso del tiempo volvió a ganar en las urnas la presidencia municipal, luego una diputación local, dos veces la diputación federal y hasta la Senaduría de la República, de primera minoría, que una revisión le revocó, 20 días después de rendir protesta.
Ahora, un nicho construido en la esquina riobravense del edificio del cinema Azteca, donde funcionar una cafetería propiedad de su familia, está consagrado a honrar permanentemente la memoria del político inmolado.
La familia suya deposita periódicamente ofrendas florales, pero también lo hacen por su cuenta manos anónimas, de personas que cultivaron la amistad de Juan Antonio, o que simplemente admiran y reconocen su aportación al progreso y el desarrollo de la ciudad.
En otros temas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, sala regional con sede en Monterrey, emitió una pública amonestación al Gobernador Cabeza de Vaca, como castigo por haber roto la veda electoral durante la reciente consulta nacional.
Estaba expresamente prohibido hacer propaganda gubernamental en ese lapso (15 de julio al 1 de agosto), pero Cabeza de Vaca hizo caso omiso. Le salió barato pues pudo haber recibido una sanción económica.
El regaño debe publicarse en la página del Congres local y en la Plataforma Nacional de Transparencia.
Por cierto, el IETAM acaba de emitir una sentencia contenida en 85 páginas, donde declara improcedente la denuncia presentada por Lucero Guadalupe Ornelas Puga, contra el licenciado Rodolfo González Valderrama, por actos anticipados de campaña.
Otros cargos imputados eran uso indebido de recursos públicos y promoción personalizada.
Como se sabe, González Valderrama es delegado del gobierno federal en Tamaulipas, encargado de coordinar los programas de asistencia a familias vulnerables, una acción que causa irritación política en la oficina principal del palacio victorense de gobierno.
Por su parte, el presidente municipal victorense Eduardo Gattas dejó plantados a los funcionarios de la Unidad de Inteligencia Financiera del Estado, quienes lo citaron para que explique a satisfacción, el uso de una lujosa camioneta blindada, de la presunta propiedad de Sergio Carmona Angulo.
Esta dependencia de Cabeza de Vaca que presume combatir la corrupción, quiere pasar a la báscula a políticos y funcionarios de partidos diferentes al PAN, para exhibirlos cuando menos, como sospechosos de actividades ilegales.
Carmona era un empresario de Reynosa recientemente ejecutado en Nuevo León, en circunstancias gansteriles.
Gattas tuvo un encuentro privado con el presidente del Congreso local, Armando Zertuche Zuani, y se presume que quiere conseguir que lo proteja contra cualquier embestida de su enemigo común, Cabeza de Vaca.
Gattas cumplió apenas dos meses al frente del Cabildo victorense, pero apenas pudo mover la estructura burocrática, pues sus colaboradores se quejan de que Xicoténcatl González Uresti y Pilar Gómez Leal, los antecesores, no les dejaron ni para pagar la primera quincena.
No es exageración, pero a algunos de los trabajadores les pagaron con abonos chiquitos.
En el Congreso local las cosas no marchan mejor pues la corrupción de los panistas de la anterior Legislatura, estorba la buena marcha que se propone hace la bancada de MORENA a cargo de Armando Zertuche.
La sesión plenaria anticipada de ayer martes fue abortada por los morenos, cuando sus colegas azules pretendieron asestar un albazo para hacer aprobar el canje de placas de vehículos propuesto por su patrón Cabeza de Vaca.
El Cachorro René Luis René Cantú montó en cólera y despotricó contra Zertuche Zuani, de quien pidió hasta su destitución.
Una buena noticia es que las autoridades de salud prohibieron al menos en las escuelas oficiales, la celebración de posadas, por ser eventos colectivos de fácil transmisión del virus del Covid-19.
Triste noticia desde Nuevo Laredo, el fallecimiento del abogado Sergio Sandoval Michel, ex funcionario de seguridad pública, propietario de restaurante de fina gastronomía.
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