En Voz Alta

Buenos deseos

Gastón Monge/2159

Un año más está por terminar, o acaso uno nuevo iniciará, pero como quiera que sea cada uno de nosotros desea que el próximo año sea mejor que el que termina. Y este año no será la excepción, ya que sus doce meses han sido muy complicados, tal vez igual o más que los dos años de la pandemia, debido a una crisis económica que amenaza con ser más que galopante, más constante y desafiante en todos los aspectos de nuestra endeble economía doméstica. 

No hay día en que a través de los medios de comunicación nacionales e internacionales nos enteremos de cosas negativas, muertes, enfermedades, calamidades, inflación, crisis, corrupción y precios altos que día tras día nos invaden con productos groseramente caros que nos avisan por adelantado de una cuesta de enero que de acuerdo a los expertos, nos dejará con una inflación cercana al 8 por ciento, que perdurará hasta fines del 2024, cuando apenas pueda bajar al 3.5 o 4 por ciento.

Es decir, que entraremos en un proceso de recesión económica que afectará aún más a los más pobres y vulnerables, y que beneficiará a quienes se dedican a la distribución de productos básicos, sin que nadie, ni siquiera el gobierno federal, haga algo por evitarlo, mientras los ricos, los que son dueños de los medios de producción, no de la producción, seguirán disfrutando nuestras lamentaciones acuñando más riqueza.

Y mientras esto continúe así, seguiremos soportando hasta el 2024 los señalamientos, acusaciones y culpas que el presidente López Obrador seguirá echando a quienes considera los autores de un desprestigio que él mismo ha estado fincando al no reconocer los errores y fracasos de un gobierno sí, diferente, pero no mejor a los anteriores.

Todo o casi todo lo negativo que sucede en el país es culpa de sus detractores, quienes de acuerdo a la versión oficialista y muy personal del presidente, es producto de una campaña de denostación hacia su gobierno, para desprestigiarlo.

Pero ¿quién se va a ocupar de llevar a cabo una campaña así? Cuando lo más preocupante para todos es salir avante de esta crisis que apenas comienza, de que la cifra de casi 130 mil o más muertos durante este sexenio ya no aumente, de que a las mujeres ya no se les asesine, de que la inseguridad sea combatida con eficacia y no con abrazos que a nada conducen, de que a los periodistas ya no se nos ataque y acuse de cosas que no son ciertas, que ya no se asesine a los que critican lo que debe ser criticado, y de que la riqueza que produce este país sea equitativamente distribuida y no concentrada en unos cuantos.

Y si las calamidades desnudan lo peor de nuestra sociedad, así el frío extremo desnudó la pobreza que en ocasiones se oculta con donativos o caridades, una pobreza que lastima y lacera nuestras entrañas cuando le vemos tal cual es. Una pobreza que camina lento, muy lento y que pone al descubierto nuestras carencias y necesidades más prístinas.

Ante ello una nueva ola de contagios de Covid se anuncia para los primeros dos semanas de enero a causa de esa negligencia de muchos por haber dejado el cubre bocas y las medidas sanitarias que nos protegen de contagios innecesarios y muy dolorosos para algunos. Hay que volver al inicio y protegernos para evitar nuevos contagios que llegarán de no se sabe dónde.

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Pero en esta ciudad la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas parece que entiende bien la problemática que nos amenaza, y tal vez por ello en esta temporada se apresura a llevar algunos apoyos económicos, en especie y mediante becas a familias de escasos recursos económicos, con la finalidad de que este fin de año los efectos de la crisis se sientan con menor intensidad en las áreas más marginadas de nuestra ciudad.

Tal vez no sea suficiente pero la gente lo recibe con agrado porque lo necesita, y lo mismo frazadas, alimentos, juguetes o una beca para amortiguar los efectos de una educación encarecida por la crisis, o tal vez ser gestora de nuevas inversiones que generen más y mejores fuentes de empleo para quienes no la tienen, o para quienes desean mejorar.

Todo ello es parte de una política pública emprendedora por un gobierno municipal que desea hacer que las cosas marchen bien, aunque algo que ha ocasionado molestias e inconformidades entre la sociedad, son las reparaciones de los colectores que por todos los rumbos de la ciudad mantienen nuestras calles maltrechas y como serios obstáculos a los automovilistas.

¿Y si todas estas molestias terminaran cuando todas esas horribles calles estén concluidas y bien pavimentadas? Sin duda que ese es el deseo de la sociedad, y aunque tal vez vayan a pasar muchos meses para que esto sea realidad, habrá que ser muy pacientes y esperar a que concluyan, porque es posible que este sea el inicio de un buen final para una ciudad que requiere de obras de alto impacto social, y si Carmen Lilia lo logra, sin duda alguna que habrá avanzado en el terreno de lo social, de lo político y, por qué no, de lo electoral.

Esperemos pues que la funcionaria siga por el mismo camino, y que su trabajo siga siendo el de un gobierno que en realidad se preocupe por resolver las necesidades más importantes de una ciudad que durante muchos años se descuidó de manera muy lamentable.  

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Alejando Moreno, Alito, es el dueño del PRI nacional porque desde el momento en que asumió la dirigencia nacional de este partido, en agosto del año 2019, no solo es su dirigente, sino que se apoderó de un partido que aunque va en picada, aún le puede rendir buenos dividendos políticos a través de ciertos manejos turbios y maniobras que la han permitido hasta el momento apoderarse también del Consejo Político Nacional.

Este burdo juego político interno ha permito que Alito realice los cambios que el considere necesarios para sus intereses al modificar los estatutos del partido, lo que le ha permitido a la vez cambiar la estructura orgánica del PRI y del CEN, y con ello llevar a cabo los cambios entre los diputados de su bancada en el Congreso.

Solo así Alito podrá y puede controlar a voluntad los cambios, las designaciones de candidatos y las alianzas partidistas para la competencia del 19 de febrero en Tamaulipas, para las elecciones del próximo año en el Estado de México y Coahuila, y para las elecciones del 2024.

Alito está convertido no solo en el propietario político del PRI, sino en un cacique a la usanza del viejo PRI, cuyas prácticas parece que no se han perdido del todo, porque ahora tiene todo el poder para

posicionar a sus incondicionales  en toda la estructura de su partido, en el CEN y en la Cámara de Diputados.

En pocas palabras, Alejandro Moreno, pese a todo, seguirá como dirigente nacional del PRI hasta después de las elecciones del Estado de México y Coahuila, porque ya domina el Consejo Político Nacional de ese partido.

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Voz Migrante: Una muy mala noticia para los migrantes que esperaban que con la terminación del Título 42 sus solicitudes de asilo serían atendidas de manera más rápida y eficiente, pero las peticiones que jueces federales republicanos opositores a la terminación de este programa ganaron tiempo y lograron que la Corte Suprema continúe expulsando migrantes de manera indefinida, luego que la sentencia fue aprobada con cinco votos a favor y solo cuatro en contra, por lo que esta medida podría darle facultades a los Estados para detener y expulsar migrantes si consideran sus autoridades que afectan sus intereses, sus territorios y a sus ciudadanos, algo que sin duda lesiona los derechos humanos de los migrantes.

Un ejemplo es el gobernador de Texas, Greg Abott quien ha enviado cientos de migrantes a Nueva York, Washington y Chicago sin ninguna coordinación con dependencias o autoridades de esas entidades, y bajo los efectos del invierno que mantiene esos Estados con temperaturas congelantes que ponen en riesgo la vida de esos migrantes, sobre todo de los niños.

Aun así, los migrantes que permanecen en la frontera norte de México intentan cruzar de todos modos y pese al frío extremo porque no tienen otra opción, ya que se trata se 1.6 millones de migrantes en espera de una solicitud de asilo en Estados Unidos, lo que significa un incremento de 7 veces más que en el año fiscal del 2012.

Lo más dramático de esto es que los solicitantes provienen de 219 países de todo el mundo, principalmente de Guatemala, Venezuela, Cuba y Brasil, desplazando los anteriores flujos que eran principalmente de Honduras y de El salvador.

De todos los solicitantes se estima que al menos tres de cada diez migrantes en espera de una solicitud de asilo, son menores de 18 años, es decir, niños y niñas muy vulnerables a las determinaciones migratorias que ha establecido y aprobado la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que sin duda afectará sus lazos familiares y sociales.

La migración forzada ahora no solo tiene el obstáculo de sortear los riesgos de una ineficaz política migratoria en Estados Unidos y en México, sino que ahora debe sortear además de los obstáculos físicos, los económicos, los sociales y los culturales, los obstáculos climáticos y los políticos, porque las políticas migratorias de México y de Estados Unidos no solo no protegen los derechos humanos de los migrantes, sino que los frenan y hacen casi imposible su transitar desde sus países de origen hasta la frontera norte de México.

Como ejemplo está el que México ya es un país que militarizó su política migratoria, porque persigue y maltrata a los migrantes, pero ello no ha impedido su transitar por el territorio mexicano, y como ejemplo está el que entre octubre del 2019 octubre de este año, 4.8 millones de migrantes han intentado ingresar de manera infructuosa a Estados Unidos por la frontera norte, de ellos el 38 por ciento fueron mexicanos. ¿Qué sucederá durante el 2023? Posiblemente la tendencia será la misma, pero con mayores obstáculos.

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Hasta mañana

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